Los concentrados de cannabis son muy potentes y están repletos de sabor. No son adecuados para todo el mundo, pero si quieres experimentar el siguiente nivel del consumo de marihuana, esta guía es para ti.
Los concentrados de marihuana son unos de los productos más potentes y versátiles del mercado de cannabis actual. Tanto si buscas un efecto más fuerte como caladas más puras o simplemente un consumo más eficiente, prueba estas sustancias. Pero con tantos tipos y métodos para elegir, puede ser difícil saber por dónde empezar.
En esta guía explicamos los fundamentos de los concentrados de cannabis. Desde qué son y cómo se elaboran hasta cómo consumirlos. En ella encontrarás toda la información que necesitas, explicada de forma sencilla y bien estructurada.
Los concentrados de cannabis son productos que se elaboran extrayendo los compuestos activos de la planta de marihuana (principalmente cannabinoides y terpenos) y separándolos del resto del material vegetal. Este proceso de extracción elimina el exceso de materia verde y da lugar a una sustancia mucho más potente que los cogollos tradicionales.
La textura de los concentrados varía en función del método de procesamiento, y puede ir desde aceitosa y pegajosa hasta fragmentos que parecen cristales y sustancias cremosas. Aunque la consistencia de cada uno es distinta, todos ofrecen una potencia alta y se pueden consumir por varios métodos, como el dabbing, el vapeo o en forma de comestibles.
Los extractos son especialmente útiles para las personas que buscan unos efectos más inmediatos o pronunciados, como los consumidores con fines médicos. Los consumidores recreativos también aprecian la intensidad y la rápida aparición del subidón, así como la ventaja de tener que consumir menos cantidad para conseguir el mismo efecto (o incluso mayor).
Los concentrados de marihuana permiten maximizar los compuestos activos de la planta y minimizar el material vegetal. Para entender cómo funcionan, vamos a analizar tres elementos clave de la planta de cannabis.
Los cannabinoides son compuestos químicos generados por la planta de marihuana. Los dos más conocidos son el THC (tetrahidrocannabinol), que produce los efectos psicoactivos del cannabis, y el CBD (cannabidiol), que no coloca y al que se atribuyen diversos efectos holísticos. Los concentrados aíslan e intensifican estos compuestos para dar lugar a unos efectos más diferenciados.
Además del THC y el CBD, otros cannabinoides como el CBG, CBN y THCV pueden estar presentes en cantidades más pequeñas, y cada uno de ellos ofrece unos efectos únicos. Por ejemplo, el CBN se suele asociar a unas propiedades soporíferas, mientras que el THCV puede ayudar a reducir el apetito. Los concentrados permiten una mejor focalización de estos efectos por medio de unas proporciones de cannabinoides más afinadas.
Los terpenos son compuestos aromáticos que están presentes en el cannabis y que dan a cada variedad su olor y sabor característicos. También desempeñan un papel importante en el subidón, a veces mejorando o modificando el efecto de los cannabinoides. Un concentrado de calidad deberá tener un perfil de terpenos intenso, y ofrecer buen sabor y una experiencia más equilibrada.
Los terpenos más habituales son el mirceno (almizclado, relajante), el limoneno (cítrico, estimulante) y el pineno (aroma a pino, mejora la agilidad mental). Su preservación durante la extracción, especialmente en forma de “live resin” y “salsa” (o “terp sauce”), garantiza no solo un mejor sabor, sino probablemente un subidón más matizado gracias al efecto séquito.
Los tricomas son unas pequeñas estructuras cristalinas que se forman en la superficie de los cogollos. Aquí es donde se almacenan la mayoría de los cannabinoides y terpenos de la planta. Los extractos son básicamente un método para recolectar y refinar los tricomas, con el fin de facilitar su consumo de una forma más potente.
Durante la cosecha, es fundamental preservar los tricomas; para ello, se utilizan técnicas como el tamizado en seco, la congelación y el manicurado de bajo impacto. La calidad de un concentrado normalmente refleja el cuidado con el que se han recolectado los tricomas.
Los concentrados de marihuana se dividen en dos grandes categorías en función de la forma en que se elaboran: con solventes y sin solventes. La principal diferencia radica en si durante la extracción se ha utilizado un solvente químico. Cada tipo de solvente producirá diferentes texturas, potencias y sabores.
Los concentrados que se elaboran con solventes se crean utilizando sustancias químicas como butano, propano o CO₂, para extraer los compuestos activos del material vegetal. Pueden dan lugar a productos potentes con distintas texturas.
Todos estos concentrados presentan sus propias ventajas e inconvenientes en función de las necesidades de cada consumidor. El shatter tiende a ser más estable y dura más, mientras que la resina viva destaca por su sabor y su excelente conservación de los terpenos.
La elaboración de los concentrados sin solventes evita el uso de productos químicos y en su lugar depende del calor, la presión o el agua. En general, son muy apreciados por los consumidores que buscan un producto más puro y natural:
Estos métodos de consumo son cada vez más populares, ya que los consumidores buscan productos de marihuana más puros y sin aditivos. El rosin, en particular, se ha hecho muy famoso entre los consumidores caseros gracias a la disponibilidad de unas prensas especiales a pequeña escala.
Los concentrados de marihuana se elaboran mediante distintos métodos de extracción de cannabinoides y terpenos, que los separan del resto de la planta. El método escogido influirá en la pureza, la potencia y la textura del producto final.
Es fundamental que la extracción sea segura, porque los concentrados mal elaborados pueden contener restos de solventes o contaminantes. Compra siempre tus productos a proveedores de confianza que sigan protocolos de seguridad estrictos.
También es importante que lleven a cabo las pruebas de laboratorio adecuadas. Los productores de calidad comprobarán si hay restos de solvente, moho o pesticidas, y verificarán el contenido de cannabinoides. Busca productos con Certificados de Análisis (COA) para garantizar tu seguridad.
Los concentrados se pueden consumir de varias maneras en función de tus preferencias, nivel de experiencia y tipo de producto. Cada método ofrece unos sabores, velocidad de los efectos e intensidades diferentes.
Para dabbear, es necesario calentar una pequeña cantidad de concentrado sobre una superficie (conocida como “clavo” o “banger” según el dispositivo) e inhalar el vapor producido con un rig para dabs. Este método produce un efecto rápido y muy potente, por lo que es muy popular entre los consumidores con experiencia. Si eres principiante, ten cuidado, ya que el colocón puede ser muy intenso.
El uso de una carb cap ayuda a controlar el flujo de aire y la temperatura, lo que se traduce en un mejor sabor y producción de vapor. Los clavos electrónicos digitales ofrecen un control constante de la temperatura y reducen el riesgo de sobrecalentar el extracto.
Los vaporizadores calientan los concentrados a una temperatura más baja que el dabbing, preservando los terpenos y ofreciendo una experiencia más suave. Los de tipo bolígrafo son portátiles, fáciles de usar e ideales para quienes buscan efectos rápidos sin humo ni olores fuertes.
Algunos vaporizadores están especialmente diseñados para usar con concentrados y ofrecen un mayor control de la temperatura, mientras que otros son compatibles con distintas sustancias. Los cartuchos desechables cargados con destilados tienen mucho éxito, pero pueden contener agentes de corte, así que comprueba los ingredientes antes de usarlos.
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Los concentrados se pueden añadir a la mantequilla o al aceite para preparar comestibles caseros. Los efectos tardan más en aparecer (entre 30 y 90 minutos) pero suelen durar mucho más que con los métodos de inhalación. Empieza con dosis pequeñas y espera un rato antes de consumir más.
Asegúrate de que el extracto esté descarboxilado antes de la preparación de los comestibles; es decir, caliéntalo para activar el THC. Si no llevas a cabo este paso, el producto final podría tener un efecto débil o ser ineficaz. Una vez preparado, almacénalo de forma adecuada para que conserve toda su potencia.
Las tinturas son extractos líquidos que se colocan debajo de la lengua para conseguir una absorción más rápida, o se añaden a bebidas y alimentos. Ofrecen dosis precisas y son fáciles de usar, lo que los hace adecuados tanto para principiantes como para consumidores con fines medicinales.
Usa un gotero para controlar la dosis. Los efectos suelen comenzar tras unos 15-45 minutos cuando se consumen por vía sublingual, pero si se ingieren pueden tardar más. Las tinturas a menudo tienen una base de alcohol o aceite MCT.
Los productos tópicos incluyen cremas y bálsamos mezclados con concentrados. Se aplican sobre la piel para proporcionar un alivio local sin efectos psicoactivos.
Estas sustancias pueden llevar ingredientes como mentol o alcanfor para aportar un efecto refrescante. Se utilizan a menudo para combatir problemas como artritis, dolores musculares e irritación de la piel.
Dado que los concentrados son mucho más fuertes que los cogollos, es importante empezar con una cantidad pequeña (aproximadamente del tamaño de un grano de arroz) y comprobar sus efectos antes de consumir más. Presta atención a los porcentajes de THC y CBD de la etiqueta y usa un método de medición consistente.
Si es la primera vez que vas a consumir concentrados de cannabis, opta por productos con poco THC y/o una proporción equilibrada de THC y CBD. Apuntar las dosis en un diario y cómo te sientes con cada una de ellas puede ayudarte a encontrar tu rango ideal de manera rápida y segura.
Los concentrados de cannabis ofrecen varias ventajas clave en comparación con los cogollos, lo que los convierte en una opción muy popular tanto para consumidores con fines médicos como recreativos:
Aunque los concentrados ofrecen numerosos beneficios, deben consumirse de manera responsable para evitar resultados adversos. Ten en cuenta lo siguiente:
Si se consumen con cuidado y atención, los concentrados ofrecen una forma segura y agradable de consumir marihuana.
Muchos consumidores comparan los concentrados con los cogollos para decidir cuál prefieren. Estas sustancias se diferencian en los siguientes aspectos:
Ambas sustancias tienen su razón de ser. Los concentrados ofrecen eficiencia y potencia, y los cogollos una experiencia tradicional de espectro completo.
Los concentrados de cannabis ofrecen una forma potente, flexible y eficiente de disfrutar de la marihuana. Tanto si buscas unos efectos más fuertes como si prefieres un consumo más puro o quieres probar un método concreto como el dabbing o las tinturas, estas sustancias te ofrecen una opción fiable.
Como siempre, la clave está en la calidad y la moderación. Empieza con dosis pequeñas, elige productos de confianza y opta por el método de consumo que mejor se adapte a tus necesidades. ¿Quieres empezar a experimentar? Visita la Headshop de Zamnesia para descubrir una amplia gama de accesorios y herramientas para dabbing.