Todo Lo Que Debes Saber Sobre Los Tricomas
Es posible que hayas oído hablar de los tricomas, pero la mayoría de la gente no conoce su función. A pesar de ello, los tricomas contienen los compuestos más importantes de las plantas de marihuana. Aquí tienes un resumen completo sobre los tricomas del cannabis.
Si alguna vez te has informado un poco sobre la marihuana, lo más seguro es que te hayas encontrado con el término “tricoma”. Aunque suena como uno de los numerosos compuestos químicos del cannabis, como los cannabinoides, flavonoides y terpenos, los tricomas son en realidad su fuente.
Realizan funciones clave a lo largo de la vida de la planta de cannabis, y son un factor fundamental a la hora de determinar la calidad de cualquier variedad. Pero antes de que te pongas a buscar la que contenga los “mejores tricomas”, debes conocer los diferentes tipos de tricomas y el papel que desempeñan con respecto a la marihuana. ¡Vamos con ello!
¿Qué son los tricomas?
Si observas una planta de marihuana madura, los tricomas son esos minúsculos apéndices blancos parecidos a pelos que sobresalen de los cogollos y las hojas de azúcar. Curiosamente, su nombre se deriva del término griego “tríchōma”, que significa “crecimiento del cabello”. Los tricomas del cannabis son muy pequeños; miden menos de 1 milímetro de longitud y apenas se pueden ver a simple vista.
Sin embargo, desde lejos, parece que los cogollos estén cubiertos de escarcha. Cuando la gente equipara los “cristales de THC” o la resina con una hierba más potente, en realidad se están refiriendo (lo sepan o no) a la abundancia de tricomas de los cogollos. Estos pequeños pelos contienen una concentración mucho mayor de cannabinoides, flavonoides y terpenos que cualquier otra parte de la planta. En resumen: más tricomas significa más potencia.
Y aunque aquí estamos hablando exclusivamente de la marihuana, los tricomas también están presentes en muchas otras plantas, como el tomate, la albahaca, la menta o las ortigas. Los diminutos pelos blancos cargados de veneno de las ortigas también son tricomas, ¡así que no todos son iguales! Tienen diferentes aspectos y fines, pero todos son tricomas. Para evitar confusiones, en este artículo nos referiremos a ellos solamente en el contexto del cannabis.
Pero en general, los tricomas son glándulas que crecen en la superficie de las plantas, en las que se producen varios compuestos útiles.
¿Para qué sirven los tricomas?
Los tricomas tienen diversas funciones para las plantas de marihuana. Ayudan a ahuyentar a los depredadores, protegen contra los rayos UV del sol, atrapan insectos dañinos, crean metabolitos útiles, etc. A continuación explicaremos algunos de los usos que tienen los tricomas para las plantas de cannabis en fase de floración.
Tricomas como protección contra elementos inertes
Durante la fase de floración, las plantas de marihuana hembra se vuelven muy frágiles frente a los factores externos como el calor, la luz UV y el viento, que suponen una grave amenaza para ellas cuando están desprotegidas. Pero gracias a los tricomas, las plantas están a salvo de esos factores. Cubren la superficie necesaria de las plantas para mantenerlas frescas, y repelen los rayos UV perjudiciales. Al mismo tiempo, sirven como capa protectora contra el viento para evitar que dañe la integridad de las plantas (Wang et al., 2021).
Tricomas como protección contra animales y plagas
Puede que el fuerte olor de los tricomas atraiga a los consumidores de hierba, pero resulta muy desagradable para los depredadores. Si no nos crees, mastica un cogollo fresco y comprueba su sabor; lo más seguro es que no te apetezca convertirlo en un elemento básico de tu dieta.
Los tricomas protegen las plantas de posibles depredadores (Stack, 2023). No solo debido a que tienen un sabor muy desagradable, sino también porque su viscosidad resinosa funciona como una trampa en la que se quedan pegados y mueren los insectos más pequeños.
Tipos de tricomas
Hasta ahora no hemos hecho distinciones, pero hay muchos tipos diferentes de tricomas; algunos son más comunes en las plantas de cannabis que en otras especies vegetales, pero todos desempeñan un papel importante. Para empezar, los tricomas se dividen en glandulares y no glandulares.
Tricomas glandulares
En pocas palabras, los tricomas glandulares son los que secretan sustancias dentro de sus “cabezas”, es decir, sus glándulas. Hay tres tipos principales de estos tricomas presentes en las plantas de cannabis.
Tricomas de tallo capitado
Con una anchura de 50-100 micrómetros (un micrómetro es una milésima de milímetro), los tricomas de tallo capitado son los más grandes. De hecho, son los que se suelen ver cuando se observa un cogollo de calidad. Como su nombre indica, este tipo de tricomas tienen un tallo relativamente grande, sobre el que se asienta una glándula grande y rica en cannabinoides y terpenos.
Tricomas capitados-sésiles
Estos tricomas son más pequeños que los capitados, pero también son importantes. Tienen una anchura de 20-30 micrómetros, y como los tricomas anteriores, también tienen un tallo; sin embargo, es mucho más corto, y la glándula presenta proporcionalmente menos compuestos.
Tricomas bulbosos
A pesar de su nombre, los tricomas bulbosos son microscópicos, ya que tienen una anchura de unos 10-15 micrómetros. No tienen un tallo como los demás, sino que se asientan directamente en la superficie de la planta. Su pequeño tamaño también significa que, aunque contengan el mismo tipo de compuestos que el resto de tricomas, su capacidad para almacenarlos es mínima.
Tricomas no glandulares
Estos tricomas se caracterizan por la ausencia de glándulas, lo que significa que carecen de los cannabinoides y otros compuestos que hacen que los tricomas nos resulten tan atractivos. Aun así, tienen diversos usos y no debemos ignorarlos por completo.
Existen tres variedades de este tipo.
Tricomas unicelulares
Los tricomas unicelulares protegen la planta de las temperaturas extremas y la pérdida de agua. Comienzan cubriendo la plántula y después aparecen en el envés de las hojas a medida que la planta madura. Como su nombre indica, son unicelulares y no se pueden ver sin un microscopio. Pero si se observan de cerca, son parecidos a pelos cortos.
Tricomas cistolíticos
Los tricomas cistolíticos también se desarrollan al comienzo de la vida de la planta de marihuana. Tienen un aspecto parecido a los unicelulares, pero son más grandes y presentan un crecimiento especial en sus paredes celulares. Esto hace que sean ásperos al tacto, como si fueran agujas. Se cree que protegen las plantas jóvenes de depredadores como mamíferos con lenguas sensibles.
Tricomas sésiles anteriales
Por último, los tricomas sésiles anteriales solo se encuentran en las anteras y el cáliz de las plantas de cannabis. Miden unos 80 micrómetros de ancho, lo que los convierte en los tricomas sésiles más grandes. Sin embargo, los del cáliz son un poco más pequeños que los de las anteras.
Ciclo de vida de los tricomas
Al igual que la planta en la que crecen, los tricomas tienen su propio proceso de desarrollo (que está sincronizado con el de la marihuana), y los primeros cambios reales tienen lugar después de 3-4 semanas de floración. A partir de ahí, deberás fijarte en ellos para saber cuándo debes cosechar exactamente tus plantas si quieres conseguir la máxima potencia. Para observar el desarrollo de los tricomas te recomendamos usar una lupa de joyero o un objetivo macro con un aumento de aproximadamente 120x.
Cómo determinar el momento ideal para cosechar
Cuando se vaya acercando el momento de la cosecha, los tricomas presentarán uno de los tres siguientes aspectos: transparentes, turbios o ámbar.
Si están transparentes, significa que la planta aún no está lista para cosechar. Seguirán produciendo resina pero las glándulas aún no estarán llenas. Si cosechas tu hierba ahora, apenas te colocará.
Sin embargo, una vez que adquieran un tono blanco turbio, habrán alcanzado su capacidad máxima de resina. Si buscas un colocón fuerte a nivel cerebral, este es el mejor momento para cosechar. Quienes cultiven sativas no deberán esperar mucho más. No significa que la variedad sea fuerte por naturaleza, sino que se encuentra en su momento de máxima potencia.
Sin embargo, esta etapa pasará y los tricomas pasarán de turbios a ámbar. Si cultivas índicas, este es el mejor momento para cosecharlas. Los tricomas ámbar indican que el subidón será más relajante y adormecedor que estimulante y animado, pero también que los niveles de THC han comenzado a disminuir. Si buscas este tipo de efecto, espera hasta que alrededor del 50% de los tricomas se hayan vuelto ámbar.
Un apunte: incluso antes de comenzar a cultivar, puedes tomar ciertas medidas para maximizar la cantidad de tricomas que hay en primer lugar.
Cómo aislar los tricomas
Dado que contienen toda la resina por la que nos encanta el cannabis, es posible que quieras saber cómo aislar los tricomas del resto de la planta para hacer hachís, kief, extractos o concentrados. Afortunadamente, es posible disfrutar del siguiente nivel de euforia por medio de varios métodos.
De forma mecánica (con un grinder)
Podrías estar pensando: “¿Te refieres a ese tipo de grinder?”. Sí; si tienes un grinder de tres cámaras, ¡ya sabes cómo aislar mecánicamente los tricomas! Simplemente tritura la hierba y abre el compartimento inferior para disfrutar de tu premio. “¡Pero eso es kief!”. ¡Exacto! El kief es la acumulación de tricomas en forma de polvo. No obtendrás el 100% de los que haya en los cogollos, pero será una cantidad importante.
Extracción con solventes
Si quieres conseguir prácticamente todos los tricomas de los cogollos, prueba a extraerlos con un solvente.
Para ello, puedes usar butano presurizado con el fin de separar el material vegetal de los tricomas, pero dado el carácter altamente explosivo del gas butano, no es seguro hacerlo en casa. Sin embargo, muchos concentrados del mercado legal de marihuana se elaboran con este método. Incluso con los posibles riesgos de seguridad, es el método más barato y efectivo, y solo es peligroso si lo realiza un aficionado. Si no quieres usar butano, también funciona con alcohol. En nuestra tienda online tenemos unos dispositivos muy ingeniosos que pueden simplificar el proceso.
Extracción sin solventes
Por último, la extracción sin solventes es el método más seguro y probablemente más fácil de aislar los tricomas. Para llevarlo a cabo en casa, simplemente mezcla tu marihuana con un poco de agua helada, y agítala para separar los tricomas. Este proceso es bastante minucioso, por lo que, si quieres probarlo, te aconsejamos consultar nuestra guía completa para hacer bubble hash.
Pero, en resumen, el agua helada ayuda a separar los tricomas de los cogollos; así que, primero deberás agitar la hierba con agua muy fría, y a continuación tendrás que colarla con una malla fina (como un filtro de café). Cuando el filtro esté seco, te quedarán los tricomas puros, que pueden prensarse para hacer hachís y luego fumarlo o vapearlo.
El bubble hash es un hachís muy puro, ya que apenas contiene material vegetal.
¡Disfruta de los tricomas cuando están en su mejor momento!
Aunque no supieras qué son los tricomas, es muy probable que, si te encanta la marihuana, hayas estado disfrutando de ellos sin darte cuenta. Pues ahora ya sabes a qué le debes tu afición.
Si quieres, puedes seguir fumando hierba y apreciando las glándulas que crecen en ella. Simplemente coge una lupa y contémplalas. O puedes tomar esos tricomas y preparar concentrados, mejorando aún más tu experiencia con el cannabis. Si te interesa, la tienda de Zamnesia ofrece una gran cantidad de herramientas útiles.