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La incensación implica la quema y la carbonización, mientras que el fumar supone la combustión de las hierbas. Ambos métodos de producción de humo crean cantidades importantes de subproductos nocivos de naturaleza tóxica, entre los que se incluyen el alquitrán (partículas solidas) y el óxido nítrico (gas). Todos estos subproductos son dañinos e irritan la garganta, la boca y los pulmones. Además, al quemar la hierba se destruye una gran parte de sus componentes activos, lo que significa que fumar hierba es mucho menos efectivo que vaporizarla.
Un vaporizador usa una corriente de aire caliente para extraer los componentes activos de la material vegetal y el vapor creado está libre de alquitrán. Este proceso no quema la hierba y por lo tanto no quedan cenizas tras la vaporización; el material restante únicamente ha perdido su color y aroma, y por ello un vaporizador es fácil de limpiar – solo tienes que vaciar el depósito de la hierba y ya está. Este proceso se llama convención y evita el contacto directo con la hierba y la fuente de calor, impidiendo que la materia se queme.
En comparación con el humo y los residuos de sus contemporáneos de combustión, el nivel de agentes irritantes y peligrosos para la salud generados por las sustancias materiales vegetales vaporizadas es o bien inexistente, o reducido en gran medida, según el componente.
Mientras que la combustión de una hierba a través del humo gasta su "carga" de una sola vez, un vaporizador puede triplicar o incluso cuadriplicar el uso de la misma hierba, al permitir al usuario que dosifique su uso.
Además de que los vaporizadores actúan como un método menos peligrosos para disfrutar de la hierba, las soluciones herbales diseñadas con los vaporizadores en mente, se pueden ofrecer con un mayor nivel de concentración y una mayor densidad aromática que se podría usar con métodos de combustión.
El vapor herbal generado por medios no combustibles proporciona al usuario un sabor más limpio, puro y agradable, y también le abstiene de muchos de los vapores cáusticos y toxinas generadas por sus homólogos.
La mayoría de los aromas de árboles y plantas, que percibimos como agradables, son producidos por aceites efímeros. El olor a pino cuando caminamos por un bosque o el aroma a lavanda son irradiados por árboles y flores, y no son otra cosa que aceites etéreos. No solamente son agradables a nuestro sentido del olfato, sino que también tienen efectos mesurables sobre nuestra salud y bien estar. El aceite de lavanda, por ejemplo, produce un efecto calmante y propicia el sueño. En las antiguas Persia, Grecia y Roma, se usaba como desinfectante en las enfermerías.
Los aceites esenciales de jazmín, cannabis, hoja de limón, rosa, eucalipto, romero, camomila, salvia y tomillo tienen una extensa historia de uso en perfumes y mezclas de fragancias y son conocidos por sus efectos positivos en ambos mente y cuerpo.
Toronjil (20 gramos)
Un vaporizador se usa para extraer los componentes activos de hierbas recreativas y medicinales para su inhalación. La inhalación del vapor tiene un efecto inmediato y es mucho más eficaz y limpio, y por lo tanto más sano, que el fumar y/o el incienso.
La mayoría de los vaporizadores no están pensados para su uso en el exterior o sobre la marcha, porque necesitan electricidad y son relativamente grandes. Para ello, son más convenientes los vaporizadores pequeños de vidrio. Estos vaporizadores no son necesariamente de menor calidad, pero si más vulnerables debido al material del que están hechos, y su relleno y limpieza puede ser un poco más complicados.
Aunque la vaporización de plantas medicinales se ha llevado a cabo durante siglos, únicamente se ha aplicado al cannabis en años recientes.
Eagle Bill fue iniciado en la vaporización del THC en 1993, por un cultivador de cannabis californiano que usaba una pistola de aire caliente. Eagle Bill modificó esta simple idea e inventó su "pipa de la paz del futuro Eagle Bill", el Shake & Vape, que estaba basado en el método del antiguo Egipto de vaporizar hierbas mediante el uso de piedras calientes.
Un año más tarde una compañía canadiense desarrolló el primer vaporizador eléctrico (1994), el Vancouver Times publicó un artículo sobre su vaporizador BC, mencionando que "calienta hasta el punto que la hierba no produce humo, sino que vaporiza el THC, que se vuelve a condensar en tus pulmones”.
De Verdamper, un vaporizador desarrollado por el aficionado holandés al cannabis, Evert, tras oír hablar de la vaporización en 1995, ha sufrido numerosos cambios y mejoras, y hoy en día se considera uno de los mejores vaporizadores que existen.
Markus Storz comenzó a desarrollar vaporizadores en Alemania en 1996 y registró la patente del globo de válvula extraíble para el "inhalador Volcano" en 1998. Dos años más tarde presentó otra patente para un elemento calefactor como un intercambiador de calor para los "inhaladores de extracción de aire caliente”. También en el año 2000, se fundó la compañía "Vapormed Inhalatoren", que inició la venta del Volcano.
En el 2008, la compañía irlandesa Oglesby & Butler presentó un vaporizador inalámbrico del mismo tamaño que un Smartphone: el Iolite. Fue el primer vaporizador portátil con un termostato incorporado que permite una temperatura de unos 374°F/190°C, alimentado con encendido piezo y un depósito de butano.
Solo unos pocos años más tarde se unió al mercado de vaporizadores portátiles un minúsculo vaporizador de madera. The Magic Flight Launch Box, un pequeño vaporizador compacto que usa la conducción y el calentamiento por infrarrojos para vaporizar la hierba en cuestión de segundos. Su eficacia (solo necesita una batería AA para alcanzar una temperatura de 193°C) y tiempo de calentamiento lo convirtieron en uno de los vaporizadores más populares durante años.
Desde los primeros tiempos, el mercado de los vaporizadores ha sufrido muchas transformaciones. Visita nuestro top 10 de páginas web, tanto de vaporizadores portátiles como de escritorio, y así conocerás lo último en la actualidad de los vapeos.
Hay muchas ventajas a la hora de utilizar un vaporizador - es más saludable, limpio y tiene más sabor que fumar un porro. El precio puede ser considerable, pero lo que a menudo se pasa por alto es la cantidad de dinero que te puede ahorrar un vaporizador.
La diferencia entre un gasto y una inversión es si esperas o no un rendimiento. En esencia, ambas son simples salidas de efectivo, pero con la inversión, no sólo conseguirás recuperar tu dinero, sino hacer más del mismo. Si lo miras desde ese punto de vista, los vaporizadores son en realidad una inversión decente, dependiendo, sobre todo, de la cantidad de hierba que consumas.
Los vaporizadores funcionan calentando el brote hasta el punto en el que los cannabinoides se evaporan en el aire, sin que se queme la materia vegetal. Cuando el cannabis se quema en un porro o un bong, se destruye un gran porcentaje de THC y otros cannabinoides. Como esto no ocurre con el vaporizador, se necesita menos marihuana para lograr el mismo efecto.
Por normal general, la mayoría de usuarios de vaporizadores usan un 30 - 40% menos de brotes para conseguir los mismos efectos que se obtendrían con la combustión del cannabis. Por supuesto que esto depende de una serie de factores, como la eficacia del vaporizador, los ajustes de temperatura, la técnica, etc. Pero en general, se puede decir con seguridad que los vaporizadores ahorran un 30% de hierba.
Esto significa que los que utilizan vaporizadores sacan mayor partido a su dinero. Si los vaporizadores ahorran aproximadamente 1/3 en eficacia, esto significa que obtienes un gramo extra por cada 3 comprados.
Si bien algunos vaporizadores son una inversión inicial elevada, este ahorro permite que el vaporizador se pague a sí mismo con el paso del tiempo.
El ROI depende en gran medida de 3 factores: cuánta marihuana se utiliza como término medio, cuánto cuesta un gramo en tu zona y el precio del vaporizador.
Para averiguar cuánto tiempo se tarda hasta que se amortiza el vaporizador a base de la hierba ahorrada, veamos algunos ejemplos:
Si consumes un promedio de 10 gramos al mes, una eficacia del 30% significa que sólo usarás 7 gramos con el vaporizador. A un precio de 10 euros por gramo, estos 3g te ahorrarán 30 euros al mes. Un vaporizador que cueste 200 euros, como el PAX PLus, se habrá amortizado a si mismo en poco más de 6 meses. Y después de ese tiempo, seguirás ahorrando dinero con los brotes que no tienes que comprar.
Otro ejemplo se basa en un gasto de 100 euros al mes de marihuana y el uso del Vaporizador Digital Volcano, que cuesta 459.00 euros y que se calcula que es un 40% aún más eficaz que la combustión del cannabis.
Gasto mensual de cannabis = 100 euros
Eficacia del Volcano en comparación a la combustión = 40%
Ahorro efectivo en comparación con la combustión = 40 euros
Coste del vaporizador dividido por el ahorro mensual = 459/40 = 11,475
Esto significa que después de 111⁄2 meses el Digital Volcano se ha pagado a sí mismo en cantidad de hierba ahorrada con su uso en comparación con la combustión. Cabe señalar que el Digital Volcano es de los mejores vaporizadores del mercado, y uno de los más caros.
Evidentemente, el tiempo que se tarda en amortizarse depende en gran medida de cuánto fumes y de cuánto cueste la hierba en tu zona. Pero estos ejemplos demuestran cómo puedes ahorrar dinero con un vaporizador, y cómo se puede calcular el ahorro según tu gasto mensual.
Vaporizar cannabis ha sido siempre una opción popular para aquellos que buscan los placeres de cannabis, pero sin las toxinas y sustancias químicas dañinas que se encuentran en el humo. Tradicionalmente, para vaporizar se requiere el uso de grandes dispositivos de escritorio, pero con los constantes avances en la tecnología, ya estamos viendo aparecer los primeros vape bolígrafos.
Un vaporizador bolígrafo es, como ya habrá adivinado, un vaporizador portátil en forma de bolígrafo. La tecnología actual ha permitido la creación de vaporizadores portátiles pequeños, eficientes, fáciles de usar y discretos. La combinación de estas comodidades ha dado lugar a una explosión en la popularidad de la vaporización, ya que permiten a los consumidores de cannabis fumar prácticamente en cualquier lugar en cualquier situación.
Una de las principales ventajas del vaporizador bolígrafo es la rapidez con la que está listo para usar En lugar de esperar 2 minutos a que la cámara calefactora se caliente, la mayoría de los vape bolígrafos están listos en menos de 5 segundos. Lo que los hace ideales para mantener el nivel de THC sobre la marcha, cuando no quieres cargarte, sino sólo mantenerte en la cresta de la ola sin problemas.
Una cosa muy positiva de los vaporizadores bolígrafos es que parecen e-cigarrillos, por lo que nadie tendrá razón para cuestionar lo que estás haciendo; y al ser vapor lo que se inhala, en lugar de humo, el olor se disipa en cuestión de segundos, sin alcanzar a nadie, aparte de los que están muy cerca de ti. Esto significa que es posible vaporizar cannabis en plena luz del día, a la vista de todos. Aunque esta es una de las razones principales del aumento de su popularidad, es prudente utilizarlos con la mayor discreción posible, ¡no te hacen invisible!
Un vaporizador bolígrafo por lo general consta de tres componentes distintos: la batería, el elemento calefactor y la cámara de vaporización, donde se coloca la hierba o concentrado.
La creciente tendencia de vaporizar sobre la marcha ofrece un montón de versatilidad en cuanto a qué tipo de productos se vaporizan. Es posible vaporizar hierba seca estándar y concentrados, como aceites y ceras. En algunos vaporizadores sólo se puede utilizar uno de estos, otros pueden combinarlos o tienen cartuchos intercambiables para hierba seca y concentrados.
Hierba seca
Cuando se vaporiza un brote solo, es posible obtener una experiencia agradable y pura que rivaliza con fumar un porro. Claro que la experiencia depende de la cepa que se vaporice, y de la calidad con la que se ha cultivado; pero en conjunto, vaporizar la materia de la planta de cannabis es la forma más sabrosa y económica de disfrutar de un brote. Como no es tan fuerte como los aceites y concentrados, se suele usar el vaporizador bolígrafo para esto en el día a día.
Aceite De Cannabis Con CO₂
El aceite de cannabis con CO₂ es un concentrado líquido de cannabinoides. Puede ser muy potente, con unos niveles de THC en la escala del 70%, con un golpe mucho más fuerte que su contraparte de hierba natural; y por eso es tan apreciado.
Utilizar aceite de cannabis con CO₂ en un vape bolígrafo puede ser un poco sucio, porque limpiar la cámara es bastante complicado. Por eso muchos bolígrafos tienen cartuchos desechablesque se pueden sustituir de manera económica, siendo una alternativa a la limpieza.
Cera de cannabis
Aunque la cera existe desde hace muchos años, se ha puesto de moda hace poco. Al igual que el aceite, la cera es un concentrado de cannabis y es muy potente, pero tiene una consistencia diferente. Se suele extraer con gas butano (BHO). Igual que el aceite, carece del olor y el sabor de la marihuana natural. La diferencia entre el aceite y la cera es que la cera es maleable, lo que hace que sea mucho más fácil de manejar.
Como puedes ver, los vape bolígrafos ofrecen mucha versatilidad y libertad. Su discreción y movilidad permiten dar una calada furtiva de potente sustancia casi en cualquier situación.
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