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El consumo de setas no tiene por qué ser una experiencia desagradable. Disfruta del viaje psicodélico gracias a nuestros cinco mejores métodos de consumo.
Tal vez te sorprenda descubrir que hay muchas formas de consumir setas alucinógenas. Algunos métodos proporcionan una experiencia suave, mientras que otros provocan viajes potentes e intensos. En este artículo te explicamos los distintos métodos de consumo con sus diferencias, y te damos instrucciones para cada uno de ellos.
La experiencia con setas psicodélicas puede variar considerablemente dependiendo del método de consumo (algunos son únicos, lo que da lugar a experiencias muy distintas). Se pueden comer enteras, preparar un té con ellas o probar con otras técnicas; cada método influye de manera diferente en la rapidez e intensidad con que las que el cuerpo absorbe la psilocibina, lo que a su vez afecta a las características del subidón.
Por ejemplo, tomar setas alucinógenas con el estómago vacío puede hacer que los efectos aparezcan mucho más rápido y sean más intensos, ya que los compuestos activos se absorben más rápidamente en el torrente sanguíneo. Esto puede dar lugar a un viaje psicodélico más profundo y de efecto más inmediato, pero también podría aumentar la intensidad del viaje hasta niveles que resultan desagradables para algunos consumidores. En cambio, tomar hongos psilocibios poco después de comer dará lugar a un subidón más suave que tardará más en hacer efecto y que también desaparecerá más rápido, lo que podría ser preferible para consumidores principiantes.
Si combinas las setas con zumo de limón (o cualquier otra sustancia ácida), la psilocibina que contienen se convertirá en psilocina fuera del cuerpo (cuando las ingerimos, los ácidos del estómago llevan a cabo esta transformación), lo que hace que sus efectos sean más potentes y rápidos.
En resumen: sí, el método de consumo de setas alucinógenas tiene mucha importancia.
Para consumir setas alucinógenas de forma segura y placentera, es fundamental dosificarlas correctamente. Una vez que te hayan hecho efecto, no podrás echar marcha atrás, y tampoco es conveniente tomar otra dosis, dado que los receptores de serotonina 5-HT2A del cuerpo se vuelven menos activos en presencia de la psilocina, lo que significa que solo tienes una oportunidad de conseguir el subidón adecuado.
Así que, antes de nada, es fundamental que sepas qué cantidad de psilocibina es la más adecuada para ti, en función de factores como tu peso corporal, tu experiencia previa con los psicodélicos, y la potencia y duración que quieres que tenga el efecto (todo esto es muy personal). Para ayudarte a calcular tu dosis ideal, puedes usar herramientas como nuestra calculadora de dosis de setas alucinógenas. También dispones de otros recursos, como nuestro artículo sobre cómo pesar y dosificar las sustancias psicodélicas, que te servirá de guía para medir y preparar tus hongos con el fin de garantizar una experiencia segura y controlada. ¡Échales un vistazo!
La siguiente tabla te dará una idea rápida y general de la dosificación con setas. Pero ten en cuenta que las dosis que aparecen a continuación están basadas en el consumo de hongos cubensis, por lo que si tomas otras setas más potentes o más suaves, no serán tan precisas. Además, la dosificación varía de una persona a otra: tu cuerpo, tu nivel de experiencia y si tienes o no el estómago vacío, pueden influir en tu dosis ideal.
Dosis y potencia media de las setas alucinógenas:
Conocer los distintos métodos de consumo de setas alucinógenas puede ayudarte a encontrar el que mejor se adapte a tus preferencias y a tu grado de confort. A continuación analizamos algunos de los más populares, junto con sus ventajas y aspectos a tener en cuenta. Unos son más sencillos que otros, pero todos son viables.
Esta es la forma más sencilla de consumir setas de psilocibina. Solo tienes que masticarlas y tragarlas, y tu cuerpo hará el resto. Puede ser el único método disponible si te encuentras en una fiesta o recogiendo hongos en el bosque. O puede que no te desagrade el sabor de las setas y quieras optar por la opción más fácil.
Con este método, la psilocibina se convierte en psilocina en el estómago (por medio de un proceso llamado desfosforilación), y luego pasa por el hígado antes de llegar al torrente sanguíneo. Por tanto, los efectos tardan más en aparecer y son más moderados en comparación con otros métodos, pero tiene una duración ligeramente mayor.
Para que este método funcione bien, debes masticar completamente las setas. Tritúralas bien hasta convertirlas en una papilla antes de tragarlas. Esto puede resultar un poco desagradable, pero aumentará la relación entre la superficie y el volumen de cada partícula de los hongos, y la velocidad a la que el cuerpo los procesa. Si tienes el estómago vacío, unas setas alucinógenas bien masticadas pueden hacer efecto en tan solo 10 minutos.
El té de setas mágicas es uno de los métodos más populares por un buen motivo, ya que permite mejorar el sabor de los hongos y evita la ingesta de quitina (un compuesto de las paredes celulares que aporta estructura y estabilidad a las setas). Aunque la quitina es esencial para el desarrollo de las setas alucinógenas, puede provocar náuseas y malestar estomacal, lo que no resulta agradable cuando te encuentras en mitad de un viaje. Si normalmente te sucede esto, te recomendamos probar el té de setas, que además de evitar las náuseas podría mejorar ligeramente el sabor de los hongos.
También puedes añadir un poco de zumo de limón a este té para convertir la psilocibina en psilocina más rápido y hacer que sea más potente, sin llegar a la intensidad del lemon tek (después veremos más información al respecto).
Calienta el agua a 70ºC; no superes esta temperatura, ya que de lo contrario correrás el riesgo de destruir los compuestos psicodélicos de las setas. A continuación, tritura o trocea las setas lo más finamente que puedas, y déjalas en remojo en el agua caliente durante 20 minutos. Añade té o zumo de limón según tus preferencias. Para ver unas instrucciones más detalladas, consulta nuestra guía para hacer té de setas.
Si te gustan los efectos de la ingesta de setas mágicas pero odias su textura o su sabor, las cápsulas podrían ser la solución. También son muy populares entre quienes toman microdosis, ya que permiten controlar la dosis con gran precisión, algo fundamental para una buena rutina de microdosificación.
Para preparar cápsulas de setas alucinógenas, necesitas un molinillo de café, una báscula de alta precisión (que pese en miligramos), y cápsulas vacías. Muele las setas hasta conseguir el polvo más fino que puedas, y pesa cada dosis según tus preferencias. En la mayoría de cápsulas no cabe más de 1 gramo, por lo que podría ser necesario tomar más de una a la vez.
Lo bueno de este método es que te permite saber exactamente cuánto has consumido, por lo que el viaje psicodélico será más fiable y seguro.
El chocolate con setas es el comestible de setas mágicas más conocido y popular, y su origen se remonta a los aztecas (que mezclaban el cacao con Psilocybe cubensis). Hay quienes creen que los IMAO del cacao inhiben la capacidad de nuestro cuerpo para descomponer la psilocina, haciendo que sus efectos sean más potentes y duraderos; pero no se sabe cuánto cacao hay que consumir para que esto ocurra. Aún así, tenlo en mente e investiga por tu cuenta antes de probar esta mezcla.
Aunque también existen otros comestibles con setas, en general, mezclar hongos psilocibios con alimentos puede ser problemático por dos motivos. En primer lugar, si expones las setas a temperaturas altas, corres el riesgo de destruir sus compuestos activos. Y en segundo lugar, si ingieres las setas con alimentos (salvo que sea en cantidades mínimas), los efectos se mitigarán hasta cierto punto, lo que puede resultar decepcionante para mucha gente. Algunos hemos oído hablar de las pizzas con setas alucinógenas, pero lo cierto es que no es buena idea si tu objetivo es disfrutar de un viaje psicodélico profundo. Si solo quieres colocarte un poco y te apetece una pizza, ¡adelante!
En la práctica, se pueden añadir hongos alucinógenos a cualquier alimento; la clave está en no calentarlos a más de 70ºC, ya que esto degradará la psilocibina y reducirá sus efectos. Echa un vistazo a nuestro artículo con cinco de nuestras recetas de setas psicodélicas favoritas. Son lo suficientemente ligeras como para no inhibir demasiado el subidón, ¡incluso la del chocolate con setas!
Si buscas una experiencia intensa tanto para tu paladar como para tu mente, ¡prueba el lemon tek! Este método consiste en usar zumo de limón (o el ácido cítrico que contiene) para convertir la psilocibina en psilocina antes de que entre en tu cuerpo, lo que provocará una absorción más rápida y potente cuando la ingieras. Para algunas personas, esta experiencia puede resultar demasiado intensa, mientras que para otras produce un subidón más potente pero también más nítido y agradable. Si es la primera vez que pruebas este método, empieza con una dosis pequeña para que te hagas una idea; haznos caso.
Tritura finamente las setas para aumentar su superficie y, a continuación, cúbrelas con el zumo de un limón. Deja reposar la mezcla durante 20 minutos, y luego bébetela como si fuera un chupito (las setas y el zumo de limón). Lo más probable es que pongas una cara parecida a cuando te tomas un tequila, ya que produce una sensación bastante intensa. Pero después, podrás prepararte para el viaje. Si quieres unas instrucciones más detalladas, consulta nuestro artículo sobre cómo hacer lemon tek.
Hay casos en los que no es recomendable tomar setas de psilocibina, y deberíamos respetarlos. Aunque no es posible enumerar todos los supuestos, aquí tienes algunos ejemplos de cuándo conviene evitar las setas mágicas (y otras drogas):
Usar el método de consumo que mejor funcione para ti aumenta las probabilidades de tener una experiencia agradable y reveladora con las setas psicodélicas. En caso de duda, ingerir setas frescas o preparar un té con ellas son dos opciones de eficacia probada. Pero si te apetece tener una experiencia un poco más intensa, exprime uno o dos limones, mézclalos con las setas, y a ver qué pasa.
Independientemente del método que elijas, asegúrate de que el entorno y tu estado de ánimo sean los adecuados, y tómate el tiempo necesario para prepararte para la experiencia. Incluso el más suave de los viajes psicodélicos puede cambiarte la vida, ¡así que hazlo bien!
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