Hay varias formas de inocular un sustrato para cultivar setas alucinógenas. Desde los increíbles cultivos líquidos hasta las placas de Petri, es difícil saber qué método es mejor para empezar. Una jeringa de esporas es una de las opciones más sencillas y limpias, una solución ideal para los cultivadores novatos.
Cultivar tus propias setas mágicas es una tarea muy gratificante. También es un proceso enrevesado y con numerosos pasos que deben llevarse a cabo con mucho cuidado y precisión. El primero de ellos es la inoculación del sustrato, seguida de la germinación de las esporas de los hongos. Para los cultivadores novatos, este práctico y minucioso método puede resultar intimidante y apasionante a partes iguales. Pero estamos aquí para ayudarte; vamos a ver cómo se hace una jeringa de esporas de setas mágicas.
Una jeringa de esporas es una parte fundamental del cultivo de hongos alucinógenos, ya que se utiliza para inocular el sustrato. Estas minúsculas esporas que flotan en una solución acuosa poseen el código genético de los (con suerte) diversos lotes de setas mágicas que vas a cultivar. Mezclar las esporas con agua esterilizada dentro de una jeringuilla es una de las técnicas de germinación más eficaces y sencillas para cultivar hongos.
Usar una jeringa de esporas es la mejor forma de mantener limpio tu cultivo de setas, especialmente si se utiliza con una cabina o campana de flujo. Existen otros métodos de inoculación, como los cultivos líquidos, que veremos más adelante; pero, en general, estas jeringas permiten incorporar las esporas directamente en el sustrato sin demasiado riesgo de contaminación (si se hace correctamente).
Si es la primera vez que cultivas setas, este es el método más sencillo. Simple y fiable, es un proceso fácil para principiantes, aunque muchos cultivadores con experiencia también optan por esta técnica.
Para hacer una jeringa de esporas, primero hay que conseguir esporas de setas mágicas, que se pueden encontrar en internet en forma de impresiones o jeringas de esporas ya preparadas.
Para evitar la contaminación, utiliza un entorno limpio con la menor ventilación posible. Se recomienda hacerlas en una cámara aisladora o una campana de flujo laminar. En su defecto, prepáralas en un cuarto pequeño cuyas superficies se puedan limpiar con lejía primero. Considera el uso de guantes y mascarilla.
Ten en cuenta que esta fase no presenta un riesgo alto de contaminación, por lo que no es necesario exagerar. Sin embargo, cualquier precaución adicional que tomes merecerá la pena, ya que el cultivo de hongos es un proceso largo y bastante complicado, ¡y no hay nada peor que ver un bloque cubierto de moho al cabo de dos meses!
Todos los utensilios que se enumeran a continuación son fáciles de conseguir, ya sea en internet o en tiendas físicas. Además, pueden resultar bastante económicos, y la recompensa será mucho mayor que los gastos. Afortunadamente, en la mayoría de los países, las impresiones de esporas son legales, incluso las de hongos psilocibios.
1. Empieza esterilizando el agua y el vaso de chupito/plato. Pon el recipiente en la olla a presión, y caliéntalo hasta que alcance 15psi. A continuación, baja la temperatura y continúa calentándolo durante al menos 30 minutos. Este plazo de tiempo garantiza una esterilización adecuada (si vas a reutilizar tus jeringas, las puedes añadir en este momento).
2. Apaga el fuego a la media hora y deja que el agua se enfríe a temperatura ambiente. Este paso es muy importante, ya que si inicias el proceso con agua caliente, correrás el riesgo de que las esporas se mueran. Puedes esterilizar las herramientas todo lo que quieras, pero si cueces las esporas, no servirá de nada.
Tardará varias horas en enfriarse por completo, por lo que es mejor dejar que repose durante toda la noche. ¡Asegúrate de cerrar bien el envase! Si lo abres antes del momento en que lo vayas a utilizar, volverá a contaminarse.
3. Ya puedes hacer las jeringas de esporas. Esteriliza las pinzas y el bisturí con una llama.
4. Saca el vaso de chupito/plato de la olla a presión.
5. Toma la impresión de esporas con ayuda de las pinzas, y sujétala sobre la abertura del vaso de chupito/plato.
6. Con el bisturí en la mano, raspa con cuidado parte de las esporas dentro del agua.
7. Llena las jeringas inmediatamente: mete la aguja de la primera jeringa en el agua y llénala. Es buena idea vaciarla en el vaso de chupito y repetir el proceso un par de veces. Con esto te asegurarás de que las esporas se distribuyan bien por toda el agua; hazlo cada vez que añadas más esporas.
8. Cuando tengas una jeringa llena, deberás dejarla a temperatura ambiente durante 2-3 días para que las esporas se hidraten por completo.
9. Una vez hidratadas, podrás guardar tus jeringas de esporas en la bolsa con cierre hermético en la nevera. Serán viables durante unos 12 meses.
Utilizar una jeringa de esporas es bastante sencillo, siempre que se haga con cierto control. En cada jeringa hay literalmente millones de esporas, por lo que no deberías necesitar más de 3 mililitros por litro cuadrado de sustrato; lo que equivale a una o dos gotas.
Si vas a inocular el sustrato en un frasco, lo mejor es que tenga agujeros en la tapa, esté sellada con cinta aislante, o tenga algún tipo de tapón. En cualquier caso, el proceso es el mismo. Perfora la cinta adhesiva microporosa que deberá estar cubriendo los agujeros (o quita el tapón), y rocía un poco de la solución de esporas sobre el sustrato. La cantidad que uses dependerá del tamaño del frasco.
Cuando termines, vuelve a colocar la cinta microporosa sobre las perforaciones, y guarda los frascos en un lugar cálido y oscuro. Con suerte, en una semana empezarás a ver el micelio colonizando las zonas que has rociado con la solución de esporas. Deberán tener un aspecto parecido a pequeños parches de algodón.
Durante las siguientes semanas, estos parches crecerán y cubrirán todo el frasco. No hagas nada hasta que esté completamente colonizado. Comprueba que no esté creciendo nada más, por si el frasco se ha contaminado.
Si se almacenan correctamente, las jeringas de esporas puede durar hasta 12 meses. Recuerda que son seres vivos, y un almacenamiento poco adecuado acabará con ellas.
Sí. Las jeringas de esporas deben refrigerarse a una temperatura de entre 2°C y 8°C. También deben almacenarse en un lugar oscuro, aunque esto no supone un problema, ya que estarán dentro el frigorífico.
No. Las esporas son células que contienen agua, y si se congelan, se destruirán.
Sí. Si no se almacenan correctamente, pueden morir. También morirán de forma natural con el tiempo, aunque si se conservan bien son muy resistentes.
Por supuesto. Siempre que las esterilices de forma adecuada, y no estén dañadas, no hay razón para que no puedas usarlas varias veces. Para esterilizar una jeringa, llénala con agua hirviendo, o caliéntala en una olla a presión. Y para esterilizar la aguja, utiliza una llama.
Los cultivos líquidos son otra forma muy popular de inocular un sustrato con esporas de hongos. Básicamente, la germinación tiene lugar en un sustrato líquido, y el micelio queda suspendido de forma etérea. Los cultivos líquidos se llevan a cabo en un “caldo” rico en nutrientes (agua esterilizada enriquecida con azúcares).
Para este tipo de cultivos, mucha gente cree que es importante aislar una sola cepa, o de lo contrario, con el tiempo se perderá consistencia y control, y las variedades acabarán compitiendo entre sí. Las jeringas de esporas, por otro lado, pueden ser de esporas únicas o múltiples.
Otro método de germinación es con ayuda de una solución de agar en una placa de Petri. El agar es un compuesto rico en azúcares en el que germinan las esporas y crece el micelio. También es un método muy sencillo, ya que las esporas se pueden aplicar directamente con la impresión de esporas.
Pero, si no se hace dentro de una cámara aisladora o bajo una campana de flujo, existe un riesgo muy alto de contaminación, dado que la placa de Petri quedará al descubierto, permitiendo que otros microbios se incorporen a su superficie. El entorno preferido del micelio es el mismo que agrada a muchos otros organismos.
El método que elijas dependerá de su facilidad y tus preferencias. Las jeringas de esporas son la técnica más sencilla, y además es apta para principiantes. Sin embargo, la germinación dentro del sustrato es más lenta que con los cultivos líquidos.
Estos cultivos, aunque son más difíciles de preparar, suelen producir mejores resultados. Básicamente, porque ya se ha producido la germinación y ya tienes el micelio, que colonizará el sustrato mucho más rápido y de forma más agresiva que con el método de la jeringa. Esto significa que hay menos riesgo de contaminación, ya que el micelio tiene mayores probabilidades de dominar el sustrato. Dado que las jeringas de esporas producen una colonización más lenta, habrá un marco más amplio para el crecimiento competitivo.
Tanto las jeringas de esporas como los cultivos líquidos están disponibles en internet. Sin embargo, es importante comprobar la reputación de los proveedores, así como las leyes del país donde vives. En algunas naciones, el micelio de las setas mágicas es ilegal, aunque las esporas no lo sean.
Si te interesa el cultivo de setas, merece la pena probar todos los métodos. Cuando coseches tu primer lote unos meses después, recordarás con cariño tus primeros pasos. Además, ya sabes cómo conseguir lotes nuevos con tus propias esporas.
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