Cómo cultivar y cuidar un peyote: Guía paso a paso

Steven Voser
Steven Voser
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Durante miles de años, el peyote (Lophophora williamsii) ha ocupado un lugar destacado en las prácticas espirituales de diversas culturas ancestrales. Aunque no recomendamos consumirlo del mismo modo que lo hacían los indígenas americanos, cultivarlo es una gran forma de preservar esta antigua y poderosa planta y de conectar con ella.

Tanto si consumes peyote como si no, cultivarlo es una experiencia realmente gratificante. No solo es una gran forma de preservar una de las plantas espirituales más antiguas de la humanidad, sino que además ayuda a conservar esta especie de cactus, que está clasificada como vulnerable (y en algunas regiones incluso en peligro de extinción).

En esta guía te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el cultivo de peyote. Aprenderás cómo germinar las semillas, cómo cuidar de las plántulas y cómo mantener sanos los cactus adultos. También veremos las distintas etapas de la vida de un peyote y las herramientas necesarias para cuidarlo en casa. Esta guía es un gran recurso tanto para principiantes como para cultivadores con experiencia, así que tenla a mano y consúltala con frecuencia cuando cultives tu peyote.

Aunque en este artículo nos centramos en el cultivo de peyote a partir de semillas (una experiencia enriquecedora, pero que tarda mucho tiempo), sabemos que mucha gente no quiere esperar años a que sus semillas germinen y se conviertan en cactus viables. Por lo tanto, también ofrecemos ejemplares jóvenes de peyote , vivos y con raíces. A continuación veremos las distintas fases de crecimiento del peyote y cómo empezar a cultivarlo, pero si prefieres, puedes comprar un cactus hoy mismo y pasar directamente a la sección de cómo cuidar del peyote a largo plazo.

Fases de crecimiento del peyote

El crecimiento del peyote se divide en las siguientes etapas:

  • Germinación (0-1 mes). En esta fase hay que proporcionar a las semillas de peyote las condiciones adecuadas para que germinen: temperaturas cálidas, un nivel alto de humedad, tierra arenosa con buen drenaje y luces frías.
  • Plántula (1-12 meses). Tras la germinación se desarrollan las plántulas de peyote, con forma de pequeñas bolas redondeadas de color verde claro. Al cabo de 9-12 meses pueden medir 2cm de diámetro, y empezarán a adquirir su característico tono verde-azulado y su forma protuberante. A las plántulas de peyote les gusta la humedad elevada y la luz indirecta, pero puedes ir introduciéndolas gradualmente a unas condiciones más cálidas y a una iluminación más intensa.
  • Juvenil (1-3 años). Durante esta etapa, el peyote forma unos tubérculos más pronunciados y adquiere la clásica forma de botones que hace tan reconocible a esta especie. Los peyotes jóvenes toleran una mayor exposición a la luz y unas condiciones más secas, pero siguen necesitando tierra arenosa con buen drenaje.
  • Cactus maduro (más de 3 años). Un peyote se considera maduro cuando empieza a florecer, lo que puede ocurrir unos 3-5 años después de la germinación (o incluso más tarde en estado silvestre). Las plantas maduras pueden medir 5-10cm de diámetro y presentan unos tubérculos bien formados, un color verde-azulado/gris-verdoso, costillas poco marcadas y flores rosas o blancas. Los ejemplares sanos y maduros producen unos pequeños brotes conocidos como hijos o hijuelos.

Queremos recalcar que el peyote es un cactus de crecimiento extremadamente lento, por lo que su cuidado requiere mucha paciencia. Así que, si buscas resultados rápidos, tal vez sea mejor que no lo cultives. Considera el cultivo de peyote como un ejercicio para aprender a comprometerte con algo a largo plazo y para celebrar cualquier avance (por pequeño que sea). Lo que se dice una buena lección de vida, ¿no crees?

Además, dado que el peyote es originario de regiones cálidas y áridas, cultivarlo en un clima más suave podría hacer que su crecimiento resulte todavía más lento. Por eso, si vives en una región con temperaturas frescas, tendrás que mantener tu peyote en el interior durante todo el año o la mayor parte del mismo. A continuación te explicamos cómo germinar las semillas de peyote y cuidar de las plántulas. Si has comprado un esqueje o planta de peyote, pasa directamente a la sección sobre cómo cuidarlo a largo plazo.

Qué necesitas antes de empezar

¿Quieres sembrar peyote? A continuación encontrarás una lista con los materiales y herramientas que necesitas:

Cómo germinar las semillas de peyote

Las semillas de peyote necesitan un entorno cálido y húmedo, y una tierra arenosa que drene bien. Aunque es posible que hayas aprendido a germinar las semillas de otras plantas (como por ejemplo, marihuana) en agua o papel de cocina humedecido, te recomendamos germinar las de peyote directamente en la tierra.

Aquí te explicamos cómo hacerlo, paso a paso:

  1. Pon las semillas en remojo (opcional, pero recomendable): Esto ayuda a romper su dura cáscara exterior y mejora el índice de germinación. Para ello, sumérgelas en agua tibia durante 12-24 horas.
  2. Prepara las macetas/bandejas para plántulas: Humedece el sustrato para cactus e introdúcelo en las macetas/bandejas, presionándolo suavemente. El sustrato debe estar húmedo al tacto pero no empapado, y firme pero no demasiado compactado.
  3. Siembra las semillas: Pon las semillas en la tierra, a una distancia de 1-2cm entre cada una. No las entierres del todo, presiónalas suavemente hacia abajo para que estén en contacto con el sustrato.
  4. Crea un ambiente cálido y húmedo: Cubre las macetas o bandejas con una cúpula de humedad o un trozo de plástico. Pulveriza el interior con agua para aumentar el nivel de humedad. Las plántulas de peyote prefieren una HR (humedad relativa) bastante alta, del 80-100%.
  5. Proporciónales luz y calor: Las semillas de peyote necesitan luz para germinar, así que pon las macetas/bandejas bajo luces CFL suaves o junto a una ventana bien iluminada. Mantén la tierra a una temperatura de 20-30°C con ayuda de una esterilla térmica o un calefactor, si es necesario, y controla la temperatura y la HR del espacio de cultivo usando un termohigrómetro.
  6. Pulveriza con frecuencia: Rocía la parte superior de la maceta/bandeja con agua cada pocos días. No dejes que la tierra se seque, pero tampoco la humedezcas demasiado, ya que esto podría favorecer la aparición de moho y bacterias.

Como con todos los aspectos del cultivo del peyote, la germinación también requiere tiempo y paciencia. No hay un periodo de germinación “estándar”, pero si les proporcionas las condiciones adecuadas y evitas estresarlas, las plántulas brotarán de la tierra al cabo de 1-8 semanas.

Cómo cuidar las plántulas de peyote (primer año)

Las plántulas de peyote son muy delicadas (como muchas otras plantas), por lo que es importante saber cuidarlas. A continuación te guiamos a lo largo del primer año de crecimiento de un peyote.

  1. Ventila gradualmente: Una vez que las plántulas hayan brotado de la tierra, introduce aire fresco de forma gradual en las macetas/bandejas durante 1-2 semanas. Puedes destapar las bandejas diariamente para que las plantas se vayan aclimatando y evitar la aparición de moho. Cuando hayan pasado 1-2 meses desde la germinación, podrás dejar las plántulas completamente descubiertas.
  2. Mantén las plántulas en un lugar bien iluminado: A las plántulas de peyote les gusta la luz fría e indirecta. La iluminación directa del sol o de una lámpara de cultivo las quemará (y podría incluso matarlas).
  3. Riega de forma adecuada: Durante los primeros 1-2 meses tras la germinación, procura que la tierra de tus plántulas esté siempre húmeda. Para ello, rocía regularmente la capa superior del sustrato con agua filtrada. Pero a medida que los cactus crezcan y se fortalezcan, deja que la tierra se seque por completo antes de volver a regar. Recuerda que regar en exceso estas plántulas puede hacer que se pudran las raíces, así que siempre es mejor actuar con precaución.
  4. Mantén una temperatura y humedad estables: El peyote crece bien a 20-30°C. Cuando tus plántulas tengan 1-2 meses, evita los altos niveles de humedad para prevenir la proliferación de bacterias y moho.
  5. No fertilices las plántulas: Las plantas jóvenes de peyote son muy delicadas, y durante su primer año de vida solo necesitan agua y un sustrato para cactus de alta calidad. No las abones para evitar dañar sus tiernas raíces y frenar más su crecimiento ya de por sí lento.

A diferencia de otras plantas, el peyote no debe trasplantarse ni ser sometido a ningún otro tipo de estrés durante su primer año de vida. La única excepción es si detectas moho en el sustrato. En ese caso, trasplanta las plántulas con cuidado, rocíalas con una infusión de manzanilla y plántalas en macetas limpias con tierra nueva. Consulta la sección sobre trasplantes a continuación, para saber cómo eliminar las raíces podridas del peyote.

Y si tus plántulas siguen siendo demasiado pequeñas tras su primer año de vida, no te preocupes. Es normal que los peyotes de 1 año midan aproximadamente 1cm de diámetro. Como ya hemos comentado, la paciencia es fundamental al cultivar peyote, así que, ¡celebra cualquier pequeño avance!

Cómo trasplantar peyotes jóvenes (al cabo de 1-2 años)

Si has llegado hasta aquí, ¡enhorabuena! Cuando hayan transcurrido 1-2 años, tus peyotes deberían estar lo suficientemente fuertes como para ser trasplantados.

Obviamente, el momento exacto en que necesiten trasplantarse variará en función de su crecimiento y del tamaño de la maceta que usaste al principio. En cualquier caso, si necesitan más espacio, es importante trasplantarlos para que puedan desarrollar y fortalecer sus raíces, y para evitar que estas se enreden.

Ten en cuenta que es mejor trasplantar el peyote durante su temporada de crecimiento activo (primavera o verano). De este modo, minimizarás el estrés del trasplante y te asegurarás de que tus jóvenes cactus se recuperen rápidamente.

Así se trasplanta el peyote:

  1. Para empezar, comprueba si tus peyotes necesitan ser trasplantados. Hay varias señales que indican que la maceta se les ha quedado pequeña: las raíces asoman por los agujeros de drenaje de la maceta, los cactus no crecen bien, o los botones sobresalen de los bordes del tiesto.
  2. No riegues más y deja secar el sustrato durante 3-5 días. De este modo será más fácil manipular los cactus y separar sus raíces de la tierra sin causarles daños.
  3. Elige una maceta que sea unos 2cm más grande que la de tus plántulas. Llénala con sustrato seco para cactus (con buen drenaje y poca materia orgánica).
  4. Para extraer el peyote de su recipiente original, ponlo boca abajo y aprieta o da unos golpecitos en la parte inferior de la maceta/bandeja. No intentes sacar el cactus de la tierra tirando de él, ya que podrías romper sus delicadas raíces.
  5. Cuando hayas sacado el cactus, inspecciona sus raíces. Si ves algún indicio de podredumbre (raíces negras o blandas con mal olor), poda las partes afectadas con unas tijeras esterilizadas. También deberías podar las raíces si están muy enmarañadas.
  6. Coloca con cuidado el peyote en su nueva maceta (puede que tengas que quitar un poco de tierra primero) y rellena los huecos de alrededor del cactus con tierra, sin prensarla ni compactarla.
  7. Deja reposar el peyote en el sustrato seco y a la sombra durante 4-7 días para que se recupere del trasplante.
  8. Al cabo de unos 7 días, riega ligeramente la planta y vuelve a exponerla gradualmente a la luz directa. Cuando veas que tiene un aspecto estable, reanuda los cuidados habituales.

Cuidados del peyote a largo plazo (después del primer año)

Una vez plantado, el peyote solo necesita unos cuidados básicos en función de la estación del año.

En primavera y verano, riega las plantas únicamente cuando la tierra esté totalmente seca. Si tienes peyotes jóvenes, exponlos gradualmente a la luz solar; y si son maduros, puedes dejarlos a pleno sol toda la temporada. Acuérdate también de fertilizar los peyotes una vez por temporada con abono para cactus diluido, y de trasplantarlos si las macetas se les quedan pequeñas.

En otoño e invierno, no riegues los peyotes y trasládalos a un espacio ligeramente más fresco (10-15°C). No los fertilices ni trasplantes durante estas estaciones. Para conseguir los mejores resultados, intenta imitar las condiciones naturales de cultivo de las zonas cálidas y áridas de donde procede esta especie.

Cómo cosechar peyote

El peyote tiene una larga historia de uso entre las tribus nativas de Norteamérica, y actualmente sigue atrayendo a los psiconautas y a cualquier persona interesada en los psicodélicos.

Normalmente, el peyote que se usa en las ceremonias espirituales suele provenir de ejemplares muy maduros. Por lo tanto, es mejor esperar al menos 5-10 años antes de cosechar un trozo de peyote de tus plantas. Y cuando lo hagas, asegúrate de que los cactus tengan un diámetro de al menos 5-7cm y unas coronas bien formadas.

Sigue estos pasos para cosechar peyote:

  1. Esteriliza una cuchilla afilada o un bisturí con alcohol isopropílico.
  2. Elige el botón que quieras cosechar y haz un corte limpio, justo por encima de sus raíces. Esto es muy importante, ya que así dejarás las raíces intactas para que el cactus vuelva a crecer lentamente.
  3. Cosecha solo una pequeña porción de peyote de cada cactus. Y asegúrate de no dañar ninguna otra parte de la planta.
  4. Deja que la herida del cactus cicatrice. Poco después de cortarlo, debería formarse un callo similar a un corcho. Espera al menos 2-4 semanas a que sane del todo antes de tocarlo. Con el tiempo y los cuidados adecuados, la zona extirpada volverá a crecer por completo.

Aunque este proceso suele usarse para cosechar peyote para su consumo, también puedes usarlo para sacar esquejes. Aquí encontrarás más información sobre cómo injertar peyote.

Cómo solucionar los problemas más habituales del cultivo de peyote

Una vez maduro, el peyote es un cactus resistente y fácil de cuidar. Sin embargo, durante la fase de plántula y el primer año de crecimiento, las condiciones del entorno poco adecuadas pueden causar problemas. La mayoría pueden solucionarse vigilando las plantas y proporcionándoles buenos cuidados, así que no te desanimes si surgen problemas al principio.

Estos incluyen:

  • Exceso de riego: Regar demasiado hasta provocar la podredumbre de las raíces es uno de los errores más habituales al cultivar peyote. Por suerte, es fácil de evitar: deja que la tierra se seque completamente antes de volver a regar. Si tus peyotes presentan señales de esta enfermedad (raíces blandas o ennegrecidas, plántulas amarillentas), poda las raíces afectadas y trasplanta los cactus a otras macetas con tierra nueva, limpia y seca.
  • Falta de riego: Aunque los peyotes, como otros cactus, son muy resistentes a la sequía, pueden secarse si descuidas su riego. Si tus peyotes tienen un aspecto marchito, pulverízalos ligeramente con agua, riega un poco la tierra y corrige tu programa de riego.
  • Estrés por luz: La exposición directa de las plantas jóvenes a la luz del sol o de lámparas de cultivo intensas puede quemarlas y hacer que sus tejidos se vuelvan blanquecinos, pálidos o quebradizos. Si observas alguno de estos síntomas, traslada los cactus a la sombra, dales unos días para que se recuperen y vuelve a exponerlos gradualmente a la luz.
  • Estiramiento (etiolación): Cuando los peyotes crecen de forma alargada y se estiran demasiado, significa que no están recibiendo suficiente luz. Exponlos gradualmente a más horas de iluminación solar directa, o si es necesario utiliza luces de cultivo. En general, este problema suele desaparecer cuando las plantas reciben una luz más potente o uniforme.

Paciencia y buenos cuidados: Las claves para cultivar peyote

Cultivar peyote en casa es una excelente forma de conectar con una de las plantas espirituales más antiguas e importantes de la humanidad. Aunque requiere paciencia, es una experiencia muy gratificante que está al alcance de cualquiera que haya cuidado de otras variedades de cactus. ¿A qué esperas? Empieza a plantar peyote hoy mismo o dedica un tiempo a aprender más sobre este fascinante cactus. Compra semillas de peyote para empezar. ¡Feliz cultivo!

Steven Voser
Steven Voser
Steven Voser es un periodista independiente con más de 6 años de experiencia en la redacción de artículos sobre todo lo relacionado con la marihuana; cómo cultivarla, los mejores métodos de consumo, el sector cannábico en expansión y el oscuro panorama legal que lo rodea.
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