Gorilla Cookies Auto (FastBuds) feminizada

FastBuds - Gorilla Cookies Auto: Niveles Exorbitantes De THC

La Gorilla Cookies Auto supone un gran salto en el mundo de la genética autofloreciente. Esta variedad acaba con el estereotipo de que las autos sacrifican su potencia y producción a cambio de velocidad de crecimiento. Ofrece un ciclo de cultivo muy rápido y unos niveles astronómicos de THC. Su potencia no solo supera la de prácticamente cualquier otra auto del planeta, sino también deja por los suelos a la mayoría de variedades fotoperiódicas.

La Gorilla Cookies Auto presenta un buen equilibrio entre genes índica y sativa, junto con un toque de genética ruderalis que le confiere propiedades autoflorecientes. Con el objetivo de crear una variedad automática que batiera récords, sus criadores cruzaron dos de las cepas autoflorecientes más fiables, sabrosas y potentes: Girl Scout Cookies Auto y Gorilla Auto. Tras varias generaciones de cruces, estabilización y perfeccionamiento, surgió la Gorilla Cookies Auto, un híbrido alucinante listo para la acción.

Pero esta anómala cepa no solo destaca entre el resto por su potencia; sus cosechas también son sumamente abundantes para una variedad autofloreciente. Produce entre 500–600g/m² tras un ciclo de vida de unas 10 semanas. Estas plantas alcanzan una altura media de 100cm, pero quienes las cultiven podrán mantener la discreción mediante el topping, el main-lining y el entrenamiento de bajo estrés. 

Su robusta genética ruderalis se traduce en un crecimiento óptimo en prácticamente cualquier lugar. Puede tolerar tanto las temporadas de cultivo cortas de las latitudes septentrionales, como las olas de calor de los climas mediterráneos y ecuatoriales. Su carácter tolerante, así como su capacidad para lidiar con plagas y enfermedades, la convierten en una opción excelente para los cultivadores novatos que buscan una hierba de calidad. Si no se somete al topping, la Gorilla Cookies Auto desarrolla una gran cola central rodeada de cogollos más pequeños, pero igual de dilatados. Al final de la floración, sus cogollos presentan unos llamativos tonos verde oscuro, morado claro, rosa e incluso amarillo.

La gran cantidad de tricomas relucientes que envuelven sus cogollos pueden verse a simple vista. Estas estructuras glandulares producen la friolera de un 27% de THC. Prepárate para disfrutar de un colocón corporal profundamente relajante y eufórico, que dura horas después de la última calada. Este agradable efecto va acompañado de un perfil terpenoide complejo, compuesto por notas terrosas, de Kush, menta, diésel, limón y galletas.

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