Muchos consideran a Shakespeare como una de las más grandes mentes literarias que han pasado por la faz de la tierra, con obras que aún se utilizan en la actualidad para contar historias modernas. Solo hay que buscar en Google, películas inspiradas por Shakespeare para hallar una larga lista de clásicos modernos que tienen origen en sus obras. Unas pruebas nuevas indican que este querido dramaturgo era bastante fan de la marihuana, lo que nos lleva a la hipótesis de que ésta podría haber sido un importante factor en la creación de sus obras.

Esta revelación viene de un equipo de científicos de Sudáfrica, al que se prestó los fragmentos de una pipa de fumar, de 400 años, excavados en el jardín del Shakespeare. Gracias a su análisis por medio de cromatografia de gases espectrometria de masas (¡vaya nombre!), este equipo encontró restos de marihuana antigua.

También se encontró cocaína en algunos de los fragmentos; sin embargo, no se cree que estos procedan de la residencia de Shakespeare.

También puede haber pistas sobre el uso de marihuana en los escritos del autor, en los que rechaza "nuevos métodos y compuestos extraños", en favor de una "notable hierba". Se cree que los compuestos extraños podría referirse a la cocaína. Pero es solo una interpretación (aunque muy buena), y está muy debatida.

En cualquier caso, es una prueba clara de que esta leyenda literaria disfrutaba de un buen canuto de vez en cuando, y podría explicar las maravillas que escribió. Si la marihuana fuera legal, ¡imagínate qué obras de arte podrían crearse!