Cómo Cultivar Pimientos: 10 Simples Pasos Para Principiantes
Cultivar pimientos en casa es una tarea sumamente gratificante. Cosechar tus propios pimientos para cocinar, tras haberlos cuidado con esmero, es una gran sensación. Pero, desde la semilla hasta la cosecha, ¿cómo se consigue esto? Aquí tienes 10 pasos sencillos, perfectos para principiantes, para obtener la mejor cosecha de las plantas de pimiento.
Aunque en otros tiempos se consideraba un proceso complicado, cultivar pimientos en casa no podría ser más fácil. Te sorprenderá lo sencillo que puede ser, aunque requiere ciertos cuidados y mantenimiento (como ocurre con todas las plantas). Teniendo esto en cuenta, hemos preparado diez pasos para cultivar unos pimientos perfectos en casa, sea cual sea el clima de tu región, el entorno de cultivo, o tu preferencia por cultivar en interior o exterior.
1. Elige Las Semillas De Pimiento Adecuadas
Uno de los pasos más importantes para cultivar tus propios pimientos es elegir semillas adecuadas para ti. Antes de comprarlas, hay algunos factores a tener en cuenta. En primer lugar, ¿buscas un pimiento con un nivel moderado de picor, o quieres algo realmente picante que haga que te salten las lágrimas y te arda la boca? Obviamente, esto depende de tus preferencias personales.
Otro aspecto a tener en cuenta es el entorno donde vives. Quienes viven en climas cálidos, con mucho sol y calor, tienen muchas opciones a la hora de elegir semillas de pimientos. Como la mayoría de plantas, los pimientos responden bien a los ciclos de luz y calor constantes.
Pero esto no significa que quienes vivan en regiones más frías no puedan cultivar esta hortaliza, sino todo lo contrario. Con una instalación de interior adecuada y más cuidados a las plantas, se pueden producir unos pimientos sanos y sabrosos fácilmente. Aunque, naturalmente, la mayoría de pimientos están desarrollados para crecer al aire libre, en un ambiente cálido.
A menudo, los principiantes optan por plantar jalapeños, no solo porque son uno de los pimientos picantes más disponibles, sino también porque tienen un nivel de picor medio y las plantas pueden crecer prácticamente en cualquier entorno. Al tardar una media de 75 días en alcanzar la madurez, los pimientos jalapeños son ideales para quienes tienen poca experiencia de cultivo.
2. Planifica Tu Cultivo
Ahora ya tienes tus semillas de pimiento preferidas. Aunque el sabor y el nivel de picor son importantes, es el momento de planificar bien tu cultivo. Como hemos dicho, el clima y el entorno son factores importantes para el cultivo. Si vives en un lugar cálido con un clima estable, puedes plantar en exterior, en lugar de en interior.
Sin embargo, quienes cultiven en interior también podrán hacerlo durante el invierno, o en cualquier momento del año. Esto puede hacerse completamente en interior, o puedes trasladar las plantas del exterior al interior cuando el tiempo empeore al final del año. Este cambio al interior no perjudicará el desarrollo de la planta, sino que simplemente le dará un lugar más cálido donde crecer.
Cuando hayas decidido el lugar de cultivo, solo tienes que despejar un espacio adecuado y preparar las semillas para la germinación. Si vives en una zona con poca luz solar, puedes incluso comprar una luz de cultivo LED. De este modo, tus plantas recibirán suficiente luz, y notarás una gran diferencia entre las que crecen en un alféizar frío y las que tienen una fuente de luz adecuada.
3. Germina Las Semillas De Pimiento
Cuando tengas todo listo, es el momento de germinar las semillas. Por supuesto, puedes sembrarlas directamente en la tierra y esperar lo mejor, pero ¿por qué arriesgar tanto? Sea cual sea la planta que estés cultivando, la germinación debería ser tu prioridad número uno al empezar el cultivo. No es un proceso complicado, ¡pero es muy necesario!
Hay varias formas de germinar las semillas y cada una tiene diferentes porcentajes de éxito, como el método del papel de cocina humedecido o el método del vaso de agua.
Si quieres una forma segura de germinar tus semillas, puedes echar un vistazo a los kits de germinación disponibles en el mercado, como el Plagron Seedbox. Estos kits incluyen unos tacos de germinación llenos de tierra para tus semillas. Con solo añadir un poco de agua, las semillas germinarán fácilmente. En cuanto hayan brotado y se conviertan en plántulas, podrás trasplantarlas a la maceta o al lugar elegido para que sigan creciendo.
4. Abona Las Plántulas Con Un Fertilizante De Potencia Media
Este paso ayudará a tu plántula a obtener todos los nutrientes y vitaminas necesarios para impulsar su desarrollo inicial. Muchas plantas de pimiento necesitarán fertilizante al cabo de unas 2 semanas. Es recomendable usar un abono suave al principio, ya que si es más potente podría dañar las delicadas raíces de la planta.
Para este fin, muchos cultivadores prefieren usar un abono con un ratio NPK 10:10:10 (un 10% de nitrógeno, un 10% de fósforo y un 10% de potasio). Este tipo de abono fortalecerá las raíces y promoverá un crecimiento sano.
5. Prepara El Lugar De Cultivo
Ahora que tus plántulas están listas para crecer, es el momento de preparar el lugar de cultivo. Esto es importante, ya que una zona de cultivo mal preparada perjudicará a tus plántulas, tras haberlas germinado y cuidado con esmero.
Si quieres cultivar los pimientos en exterior, conviene elegir una zona del jardín que reciba mucho sol y calor. La tierra debería ser rica, arcillosa y profunda para que las raíces tengan suficiente espacio para expandirse. Si crees que la tierra no es lo suficientemente buena, puedes añadirle unos dos centímetros de compost para compensar las deficiencias del sustrato.
El mismo criterio se aplica al cultivo en interior. De momento, llena las macetas con un poco de tierra suelta, ya que pronto añadirás las plantas. Cuando las hayas trasplantado, tendrás que poner las macetas en una zona donde reciban al menos 6-8 horas de luz solar al día.
6. Aclimata Las Plántulas De Pimiento
Ahora las plántulas siguen en las macetitas o tacos de germinación, y es el momento de acostumbrarlas a las condiciones que van a encontrar. Este proceso se llama aclimatación. Exponer las plántulas a las condiciones de exterior antes de trasplantarlas hará que se estresen menos cuando llegue el momento del trasplante. Si una planta se estresa demasiado, no será tan productiva como una planta que se haya aclimatado gradualmente.
Para este proceso, saca las plántulas al exterior durante el día y déjalas en un lugar protegido. Haz esto durante unas horas cada día, a lo largo de 3-4 días, y luego aumenta gradualmente el tiempo que las dejas fuera cada día. Si lo haces correctamente, tus plantas tendrán un aspecto saludable y estarán listas para seguir creciendo al aire libre.
7. Quita las primeras flores
Aunque pueda parecer contraproducente, debes quitar las primeras flores en cuanto aparezcan. Esto no le hará ningún daño a la planta, y le permitirá dirigir su energía a desarrollarse. Esta técnica suele proporcionar mayores cosechas en comparación con las plantas donde no se quitan las flores.
8. Trasplanta Y Riega Las Plántulas De Pimiento
Después del periodo de aclimatación y de haber quitado las flores, las plántulas estarán listas para el trasplante. Tanto si vas a cultivarlas en macetas en interior o exterior, como si vas a plantarlas directamente en la tierra al aire libre, ahora es el momento de hacerlo.
Pero ¿cómo puedes saber si las plántulas están listas para el trasplante? Hay un par de formas sencillas para comprobarlo. Una es esperar hasta que la planta haya desarrollado su tercer par de hojas verdaderas. Pero este método no es necesariamente el más fiable.
Lo mejor es sacar suavemente la planta de la maceta para ver cuánto se han desarrollado las raíces. Si aún son pequeñas y no se han extendido por toda la maceta, la planta no estará lista para el trasplante. Si las raíces ya llegan hasta la base de la maceta y empiezan a enrollarse, es el momento de mover la planta a una maceta más grande. En cualquier caso, no deberás hacer esto con demasiada frecuencia, porque podría dañar las raíces, especialmente si no están completamente desarrolladas.
Pero, si crees que aún no está lista y la dejas crecer un poco más antes de trasplantarla, procura vigilarla porque si la dejas demasiado tiempo las raíces empezarán a crecer anudadas. Esto ocurre cuando las raíces crecen demasiado tiempo en un espacio reducido; entonces, empiezan a enmarañarse entre sí, pudiendo atrofiar el desarrollo o incluso matar a la plántula. Por tanto, ten cuidado y vigila tus plantas cuando se acerque el momento del trasplante.
Cuando hayas trasplantado las plántulas a la tierra o a una maceta más grande, es cuando empieza la verdadera labor de cultivarlas. A lo largo del cultivo, tendrás que asegurarte de que la planta reciba suficiente agua. Al principio, esto puede ser difícil de controlar.
Conviene señalar que, si vives en lugar cálido, debes echar un vistazo a tus plantas con regularidad, ya que las olas de calor y la sequía pueden afectarlas. Esto puede remediarse dándoles un poco más de agua durante esas épocas, o simplemente moviéndolas a la sombra durante parte del día.
9. Añade Fertilizante Durante La Floración
Para producir buenas cosechas, las plantas necesitan algo más que agua y luz solar. Para lograr buenos resultados, puedes añadir fertilizante durante la floración. En concreto, un abono líquido rico en potasio dará un empujón a tus plantas; puedes comprar un fertilizante líquido para tomates, o hacer tu propio té de consuelda.
El té de consuelda se hace poniendo unas hojas de consuelda en un recipiente con agua. A medida que las hojas se descomponen, el líquido se vuelve marrón y lleno de potasio. Entonces se puede diluir y usar como fertilizante para promover el crecimiento de tus pimientos.
Además de añadir abono durante la floración, algunas personas rocían la planta con agua tibia usando un pulverizador. Esto tiene como objetivo aumentar la cosecha de pimientos.
Pero no debes fertilizar las plantas cada día. Abónalas cada 10-14 días para maximizar su potencial, y evita fertilizarlas en exceso. Si lo haces correctamente, producirán grandes resultados.
Pulverizador (Zamnesia)
10. Cosecha Tus Pimientos
Por fin llega el momento de recoger los frutos de tu trabajo. Si has seguido todos los pasos correctamente, tendrás unas buenos pimientos.
Hay un par de formas de saber cuándo están listos para cosechar. Como todas las variedades de pimientos son diferentes, los paquetes de semillas suelen indicar cuándo estará lista la planta. Basta con fijarse en el color y el tamaño del pimiento en la foto del paquete. En general, los pimientos tardan 60-90 días de la semilla hasta la primera cosecha, pero algunas variedades pueden tardar hasta 150 días en alcanzar la plena madurez.
Aunque es posible que te hayan dado unas semillas sin ningún tipo de envoltorio. Por suerte, no hay un momento exacto para cosechar los pimientos. Por ejemplo, los jalapeños se pueden coger en cuanto aparezcan en las plantas. Al principio son de color verde, y a medida que maduran se vuelven de color rojo. Se pueden cosechar verdes, pero tendrán un sabor amargo en comparación con el sabor más dulce de los pimientos maduros. Por tanto, infórmate bien sobre el tipo de pimiento que estás cultivando y vigila las plantas a medida que se acerca la cosecha.
Si crees que has cosechado demasiado pronto, no te preocupes. Los pimientos seguirán madurando hasta tres días después de haber sido cortados de la planta.
Saber cuándo están listos los pimientos es una cosa, pero ¿cómo se cosechan? Puede parecer una pregunta simple, pero vale la pena tenerlo en cuenta para evitar dañar las plantas. Ten cuidado al coger los pimientos, y usa unas tijeras de podar para facilitarte el trabajo. Por supuesto, no debería hacer falta decirlo, pero especialmente si cultivas pimientos picantes, usa guantes al cosechar, o lávate las manos inmediatamente cuando hayas terminado y evita tocarte la cara hasta que lo hayas hecho.
Qué Hacer Con Las Plantas De Pimiento Tras La Cosecha
Una vez cosechados, podrás disfrutar de tus pimientos, ya sea cocinándolos, congelándolos o haciendo conservas.
Ahora que ha acabado el cultivo, quizá sea el momento de tirar las plantas, ¿verdad? Pues no. El simple hecho de haber cosechado todos los pimientos no significa que la planta ya sea inservible. Podrías trasladarla al interior durante el invierno, darle luz y calor, y volvería a crecer. Pero si esto no te resulta demasiado práctico, quizás prefieras compostar estas plantas y empezar de nuevo la temporada siguiente.
Estos son nuestros 10 pasos para cultivar tus propias plantas de pimiento. Ahora que ya sabes cómo hacerlo, visita la tienda online de Zamnesia, echa un vistazo a las variedades de pimientos disponibles, ¡y ponte a cultivar!
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