Blog
7 Consejos Para Almacenar Hierbas Secas
4 min

7 Consejos Para Almacenar Hierbas Secas

4 min

¿Qué piensas hacer con esa gran cosecha de hierbas que te espera en el jardín? No te preocupes, porque hemos preparado 7 consejos que te ayudarán a conservar su sabor y aroma, reduciendo al mínimo la amenaza del moho. Pronto tendrás reservas de hierbas aromáticas para mucho tiempo.

Las hierbas tienen todo tipo de aplicaciones y están presentes en todo tipo de productos, desde suplementos dietéticos y cosmética hasta infusiones. Cultivando, cosechando y procesando tus propias hierbas, puedes crear prácticamente cualquier plato o producto con hierbas que puedas imaginar.

El cultivo de tus propias hierbas es una habilidad útil en sí misma que te permite ser más autosuficiente. Sin embargo, no basta con recoger las hierbas de la tierra y olvidarse de ellas: hay que aprender a secarlas y almacenarlas correctamente para evitar el moho y alargar su vida útil. A continuación te explicamos todo lo que necesitas saber para conservar tus plantas de cosecha propia.

¿Por qué debes secar las hierbas?

¿Por qué debes secar las hierbas?

Al igual que nuestro cuerpo, las hierbas se componen principalmente de agua. Aunque el buen H₂O las mantiene vivas y coleando durante su crecimiento, el exceso de humedad puede convertirse rápidamente en un problema después de la cosecha. Si metes las hierbas en una bolsa o un tarro sin secarlas bien, crearás un ambiente húmedo lleno de aire estancado. En otras palabras, crearás sin querer un hogar ideal para que empiece a crecer el moho. Además de la conservación, el secado de las hierbas ofrece otras ventajas:

  • Mayor sabor y aroma: al secar las hierbas se elimina el agua y se reduce su tamaño, lo que concentra las moléculas responsables de sus aromas y sabores únicos.
  • Rentabilidad: si cultivas las hierbas personalmente, ya no tendrás que comprarlas en las tiendas. Tendrás reservas en tu cocina de las que podrás echar mano en cualquier momento.
  • Disponibilidad durante el invierno: incluso cuando las hierbas se mueran al final de la temporada, tendrás tarros llenos de hierbas secas a mano durante los meses más fríos.

Secar hierbas: sigue estos consejos para tener éxito

Secar hierbas: sigue estos consejos para tener éxito

Ahora que conoces los principales beneficios de secar hierbas, es hora de aprender a almacenarlas. Después de cosechar hierbas de tu jardín, o de comprar hierbas frescas en las tiendas, sigue los siguientes consejos para que el proceso sea lo más eficaz y fácil posible.

1. Asegúrate de que tus hierbas estén totalmente secas

Antes de guardar tus hierbas, debes asegurarte de que estén completamente secas. Incluso un poco de humedad residual puede estropearlas al favorecer la aparición de moho y otros organismos nocivos. Hay varias formas de secar las hierbas en casa, como colocarlas en un deshidratador o en el horno a baja temperatura. Después de secarlas durante varias horas, puedes comprobar si están secas frotando algunas entre los dedos. En caso de exceso de humedad, se emborronarán con la presión y dejarán un residuo húmedo en la piel. Cuando estén totalmente secas, simplemente se desmenuzarán y se convertirán en escamas.

Artículo relacionado

¿Cómo Se Usa Un Vaporizador De Hierbas Secas?

2. Mantenlas fuera de la luz solar directa

Mantenlas fuera de la luz solar directa

A la hora de almacenar tus hierbas secas, debes mantenerlas alejadas de la luz solar directa. Los rayos del sol no tardan en degradar los productos botánicos procesados y los valiosos fitoquímicos que contienen. Para protegerlos, coloca los tarros en un lugar oscuro, como un armario de cocina o una despensa.

Si tienes problemas de espacio y no te queda más remedio que almacenarlas en un lugar con luz, plantéate invertir en varios frascos de vidrio Miron. Estos recipientes de color violeta ayudan a filtrar la luz solar y protegen las hierbas almacenadas en ellos. Como alternativa, siempre puedes guardarlas en cualquier recipiente opaco y hermético.

3. Conserva las hierbas en un lugar fresco y seco

Dejando a un lado la luz solar, la temperatura y la humedad son factores importantes a la hora de almacenar hierbas secas. ¿Por qué? Porque las temperaturas cálidas y los altos niveles de humedad pueden hacer que las hierbas se degraden y pierdan su sabor con el tiempo. Para evitarlo, guárdalas en un lugar con una temperatura relativamente estable. Las despensas y los sótanos frescos son las mejores opciones. Los armarios de cocina alejados de los fogones también funcionan bien. Sin embargo, el calor y la humedad que se generan en las cocinas pueden reducir la vida útil de tus hierbas.

4. Guárdalas en recipientes herméticos

Mientras están vivas, con las raíces extendidas por el suelo, las plantas dependen del oxígeno para transformar en energía los azúcares que producen durante la fotosíntesis. Sin embargo, el oxígeno deja de ser tan útil tras la cosecha. De hecho, puede hacer estragos en tu cosecha si no te preparas para ello. Si alguna vez has dejado el corazón de una manzana en la encimera de la cocina durante un par de minutos, te harás una idea de lo poderoso que es el oxígeno para oxidar rápidamente los tejidos. Aunque las hierbas secas tardan más en mostrar signos de oxidación, el proceso puede reducir drásticamente su sabor y calidad. Para evitarlo, guarda siempre tus hierbas en tarros y bolsas sellados y herméticos.

5. Las hierbas enteras duran más

Las hierbas enteras duran más

Si piensas guardar tus hierbas secas durante más tiempo, plantéate la posibilidad de conservarlas lo más enteras e intactas posible. Después de cosecharlas, cuélgalas boca abajo en un invernadero y espera a que se sequen pasivamente lo mejor posible. A continuación, córtalas en trozos lo bastante pequeños para guardarlas en tarros grandes y herméticos, manteniendo las hojas y las flores unidas a los tallos siempre que sea posible. A diferencia de las hierbas trituradas y molidas, la menor superficie de las hierbas enteras las protege aún más de la oxidación. Basta con procesarlas según las vayas necesitando directamente antes de usarlas.

6. Etiqueta tus cosechas

Etiquetar tu cosecha te evitará tener que jugar a las adivinanzas y te ayudará a documentar la edad de cada tarro. Después de llenar un tarro, utiliza una etiqueta adhesiva y anota la especie de la hierba, la variedad específica y la fecha en que la cosechaste. Esto te ayudará a asegurarte de que utilizas los tarros más viejos antes que los más nuevos. Además, evitará que mezcles especies y variedades de hierbas similares.

7. Guarda tus hierbas frescas en el congelador

Si prefieres utilizar hierbas frescas para preparar infusiones o para añadirlas a recetas, puedes simplemente meterlas en el congelador. Ahí se mantendrán frescas hasta un año. Si te gusta cocinar con hierbas, ¿por qué no aprovechar el poder del aceite de oliva? Pica finamente la hierba que prefieras y coloca los trozos en una cubitera. A continuación, rellena el espacio restante de cada cubito con aceite de oliva. Mete la bandeja en el congelador y saca un par de cubitos cada vez que quieras darle un toque de sabor al freír.

Conviértete en autosuficiente

Conviértete en autosuficiente

Enhorabuena, ya puedes dar tus primeros pasos hacia la autosuficiencia en hierbas. Ahora tienes los medios para procesar y almacenar desde romero y orégano hasta albahaca y tomillo. No solo has aprendido a secar hierbas correctamente, sino que las conservarás maximizando su vida útil. ¡Buena suerte con tus cosechas herbales!

Luke Sumpter
Luke Sumpter
Licenciado en Ciencias de la Salud, y un apasionado del cultivo de plantas, Luke Sumpter trabaja desde hace 7 años como periodista y escritor profesional en la transversalización de la marihuana y la ciencia.
Cultivo Plantshop
Buscar por categorías
o
Buscar