Cómo Cultivar Marihuana En Un Balcón O Terraza
Si vives en un piso o apartamento, es posible que tengas poco espacio en el mejor de los casos. Sobre todo a la hora de encontrar un hueco para cultivar marihuana. No te preocupes. En esta guía analizamos lo que hay que hacer y evitar cuando se cultiva en un balcón o terraza.
Puedes cultivar hierba prácticamente en cualquier lugar donde haya luz, y si no encuentras un sitio adecuado, ¡siempre puedes llevar la luz a tus plantas! Pero para quienes dispongan de un balcón o una terraza con mucha luz solar natural, es muy fácil hacerlo ahí. En este artículo, vamos a analizar el cultivo de marihuana en un balcón o terraza, incluyendo los aspectos básicos, los primeros pasos y el mantenimiento de las plantas.
Pros y contras de cultivar marihuana en un balcón
Cultivar cannabis en un balcón es muy cómodo (si tienes uno), y esto es razón suficiente para que muchas personas lo prueben. Sin embargo, la mayoría de las terrazas no ofrecen un entorno ideal para cultivar hierba, por lo que tendrás que planificar tu cultivo con cuidado.
Ventajas de cultivar en un balcón o terraza
- Si están orientados al sur, proporcionan un entorno con las horas adecuadas de luz solar directa
- Fácil acceso desde tu piso o casa
- No se necesita iluminación ni ventilación
- Es más barato que cultivar en interior
- Una forma efectiva de cultivar varias plantas pequeñas
Inconvenientes de cultivar en un balcón o terraza
- La mayoría de los balcones y terrazas no ofrecen suficiente espacio para cultivar muchas plantas a la vez
- Si no están orientados al sur, podrías tener problemas para conseguir la cantidad de luz necesaria. Los balcones y terrazas orientados al norte no sirven
- Puede ser difícil mantener el cultivo en secreto, especialmente debido a los vecinos
Aspectos fundamentales del cultivo de cannabis en un balcón o terraza
Cultivar hierba en un balcón o terraza no es muy diferente a hacerlo en el jardín. Sin embargo, hay ciertos aspectos fundamentales que deberás tener en cuenta. Elegir las variedades más adecuadas junto con unas técnicas de entrenamiento óptimas te ayudará a sacar el máximo partido a tu cultivo de balcón y a mantenerlo en secreto.
Elección de la variedad
Lo primero que hay que hacer es elegir una variedad adecuada.
No querrás cultivar una sativa landrace de dos metros de alto que destaque entre el resto de plantas. No solo será obvio que estás cultivando marihuana, sino que además recibirás una atención que no te conviene.
Además, la mayoría de balcones y terrazas no disponen del espacio adecuado para cultivar plantas de ese tamaño, y acabarás complicándote la vida más de lo necesario. Y a todo esto hay que añadir que estas variedades necesitan mucho sol, por lo que algunos espacios de cultivo simplemente no funcionan. Entonces, ¿qué opciones te quedan?
En la mayoría de entornos, las variedades índica o índica dominantes son la mejor opción. Las plantas fotoperiódicas necesitan mucha luz solar al día y podrían requerir de algún tipo de entrenamiento para controlar su tamaño; pero si ya tienes experiencia, es posible que no tengas problemas.
Las autos ofrecen la solución más sencilla, ya que necesitan menos luz solar directa y, en general, son más pequeñas y fáciles de mantener. Si solo vas a cultivar una pequeña cantidad de hierba en tu balcón, una variedad autofloreciente es probablemente la opción más segura.
Discreción
Para la gran mayoría de la gente, es fundamental mantener en secreto el cultivo de cannabis. Como mínimo, no querrás que lo vea la gente que pasa por la calle. La forma más fácil de ocultarlo es con la asociación de cultivos. Si abarrotas tu balcón o terraza con distintas especies frondosas, una o dos plantas pequeñas de marihuana pasarán desapercibidas entre todo ese follaje.
Es posible que un vecino con vista de lince las distinga si se fija bien. Aun así, la mayoría de las personas solo verán una bonita colección de plantas.
Si realmente necesitas ocultar tus plantas, prueba a colocar una malla de forma que pase la luz pero que nadie pueda ver qué crece detrás de ella. Eso sí, ten en cuenta que el hecho de ocultar tu balcón también podría ofrecer una indicación de lo que estás cultivando.
Técnicas de entrenamiento
Afortunadamente, el entrenamiento del cannabis ayuda a conseguir plantas mucho más pequeñas a la vez que mejora la producción.
Los principiantes deberían evitar las técnicas de entrenamiento, ya que si salen mal, podrían estresar demasiado a las plantas y reducir sus cosechas. Además, la mayoría de cultivadores están de acuerdo en que cualquier entrenamiento (salvo los más ligeros) es demasiado para las plantas autoflorecientes, y que lo mejor es dejarlas crecer a su aire.
Pero si te apetece entrenar tus plantas de marihuana, aquí tienes algunas opciones:
- ScrOG: el método Screen of Green consiste en entrelazar el dosel de la planta con una malla de rejilla para aplanarlo y exponer más hojas a la luz solar directa. Esto obliga a las colas inferiores a producir más cogollos de los que generarían en circunstancias normales, y también ayuda a controlar el tamaño de la planta.
- LST: el entrenamiento de bajo estrés es muy sencillo y apto para principiantes. Simplemente consiste en doblar el tallo de una planta joven y atarlo de forma que quede en posición horizontal. Esto hará que la planta crezca de manera lateral en lugar de verticalmente, y la expondrá una mayor cantidad de luz, aumentando su producción de cogollos. También ayuda a mantener la altura de la planta bajo control.
- FIM: un método de entrenamiento más agresivo en el que se elimina el crecimiento dominante de la parte superior de la planta. Esto hace que siga creciendo con cuatro colas principales. El FIM o fimming se puede repetir varias veces durante la fase vegetativa para generar incluso más colas. Además de aumentar la producción, también impulsa a la planta a crecer a lo ancho en lugar de hacia arriba.
Tamaño de la maceta
Una maceta pequeña se traduce en una planta pequeña. Y siguiendo la misma lógica, una maceta grande fomenta un crecimiento más generoso del sistema de raíces, lo que da lugar a esas plantas tan altas que hemos mencionado antes. Si usas un tiesto pequeño, de unos 10-20 litros, conseguirás una planta razonablemente pequeña pero lo suficientemente grande como para producir cosechas decentes.
Pero supongamos que dispones de mucho espacio y que no te preocupa la discreción. En este caso, podrás aumentar el tamaño de la maceta para que se ajuste a una planta lo más grande posible.
Maceta De Geotextil
Calendario de plantación
Sembrar las semillas lo antes posible les proporciona más tiempo para crecer. Y cuando entren en la fase de floración, producirán más cogollos que las plantas que han tenido una etapa de crecimiento vegetativo más corta.
Pero, salvo que vivas en un lugar cálido, es probable que no quieras sacar tus plantas al exterior hasta mediados de abril. Las temperaturas inferiores a 12ºC son perjudiciales para las plantas jóvenes, y es posible que las heladas las maten.
Lo que puedes hacer es germinar las semillas en interior y cultivar las plántulas bajo lámparas CFL durante unas dos semanas antes de trasladarlas al exterior. Esto les proporcionará dos semanas de crecimiento adicional y las protegerá durante su etapa más vulnerable en un ambiente seguro. Si eliges este método, no las saques afuera inmediatamente después de las dos semanas, tendrás que hacerlo gradualmente para que se vayan aclimatando.
Cultivo de marihuana en un balcón o terraza: Guía detallada
Uno de los mejores aspectos de cultivar hierba en un balcón o terraza, es que, siempre que reciba suficiente sol, es una tarea muy sencilla. Sin embargo, el cultivo de cannabis siempre requiere de esfuerzo y de ciertos conocimientos. A continuación, explicamos cómo cultivar marihuana en un balcón o terraza.
Germinación
Primero deberás sembrar y germinar las semillas. Dependiendo de cuándo quieras empezar a cultivar y de qué tipo de semillas vayas a usar, hay dos formas de hacerlo.
Semillas fotoperiódicas
Si tienes semillas fotoperiódicas y quieres empezar a cultivarlas en el interior (más sobre esto en breve), tendrás que germinarlas en una cámara de propagación. En este caso, deberás plantarlas a aproximadamente 1cm de profundidad en un bloque de tierra, y regarlo hasta que esté muy húmedo pero no empapado. Mantén una temperatura de unos 23ºC y una humedad alta. Después de 3-10 días, verás surgir los primeros brotes.
Riega a menudo la plántula hasta que desarrolle tres pares de hojas verdaderas, es decir, cuando tenga unos 10-14 días de vida. En ese momento estará lista para trasplantarla a una maceta más grande y sacarla al balcón.
Semillas autoflorecientes
Si cultivas semillas automáticas, puedes germinarlas como se indica arriba, excepto por el paso en el que se trasplantan a una maceta más grande. Muchos cultivadores prefieren germinar sus semillas en el recipiente final. En este caso, planta la semilla a unos 10mm de profundidad en tierra y riégala. Pon un trozo de film transparente sobre la parte superior de la maceta, y perfóralo varias veces para mantener el grado de humedad que se necesita para la germinación.
Primeros pasos en interior
Si cultivas plantas fotoperiódicas, deberán pasar el mayor tiempo posible al aire libre durante la fase vegetativa, así que tendrás que germinarlas lo antes posible. Además, es probable que hayas usado una cámara de propagación y las hayas trasplantado a macetas más grandes. Todo esto significa que lo mejor es comenzar a cultivar las plantas en interior con luces CFL, como hemos mencionado antes.
Una vez que las semillas hayan germinado, deberás mantenerlas en el interior durante unos 10-14 días, o hasta que desarrollen tres pares de hojas verdaderas. Durante este período, ponlas en un alféizar soleado o bajo lámparas CFL. Considera también la posibilidad de usar un ventilador de mesa para proporcionarles aire de forma continua. Este flujo de aire ayudará a fortalecer sus tallos y a prepararlas para la vida al aire libre. Si no lo haces, una ligera brisa podría derribarlas.
Traslado al balcón o terraza
Cuando las plántulas tengan alrededor de dos semanas de vida, trasplántalas al recipiente final y sácalas al aire libre.
Como ya hemos comentado, no debes dejarlas todo el tiempo en el exterior, ya que el impacto de la intemperie podría estresarlas e incluso matarlas. Por eso, para trasladar tus plantas del interior al exterior, primero deberás aclimatarlas.
Para ello, colócalas el primer día en una zona sombreada durante aproximadamente una hora, y vuelve a meterlas al interior. Durante los siguientes días, deberás ir aumentando el tiempo que pasa a la sombra en alrededor de una hora por día.
Después de cuatro o cinco días, empieza a exponerlas a la luz solar directa. Podría parecerte raro, pero la luz directa del sol puede resultar excesiva y quemar las plantas criadas con luces artificiales, por lo que necesitarán tiempo para acostumbrarse.
Después de unos cuantos días, cuando se hayan adaptado a la luz solar directa, déjalas en el exterior todo el día y mételas en casa solo por la noche. Si por la mañana tienen un aspecto saludable, podrás dejarlas al aire libre durante el resto del cultivo.
Si ves que tiene dificultades en algún momento, vuelve a trasladarlas al interior hasta que se recuperen por completo.
Cuidados y entrenamiento de la planta
Cuando tus plantas ya estén al aire libre y creciendo, deberás cuidarlas y mantenerlas sanas. Además, ahora es el momento de aplicar cualquier técnica de entrenamiento, ya que cuando empiecen a florecer será demasiado tarde.
Cómo cuidar plantas de marihuana en fase vegetativa:
- Riego: riega las plantas solamente cuando los 10mm superiores de la tierra estén secos al tacto. Si todavía está húmeda, ¡las plantas no necesitan agua! El exceso de riego es muy habitual entre los cultivadores novatos, pero tus plantas no te lo agradecerán.
- Fertilización: es mucho mejor fertilizar poco que pasarse. Una forma muy práctica de abonar es usar solamente fertilizantes ecológicos. De esta manera, es más difícil excederse, y además es mejor para el medio ambiente. Independientemente de los fertilizantes que elijas, aplica una cantidad muy pequeña durante las primeras tres semanas; hasta entonces, el sustrato debería contener los nutrientes adecuados. Después de esas tres semanas, empieza a aumentar de forma gradual las cantidades indicadas por el fabricante. En el caso de las plantas autoflorecientes, usa un cuarto o la mitad de la cantidad necesaria.
- Control de plagas: revisa con frecuencia tus plantas en busca de señales de infestación. Los insectos pueden ser visibles o podrías tener que deducir su presencia analizando determinados síntomas. Las probabilidades de que haya plagas son mayores en un balcón o terraza que en los cultivos de interior.
Floración y cosecha
En cierto momento, tus plantas comenzarán a florecer. Esto sucederá tras el solsticio de verano o en algún punto genéticamente preestablecido (plantas autoflorecientes). En cualquier caso, el mantenimiento de las plantas de balcón es distinto a partir de aquí.
Floración
Las plantas de marihuana en floración necesitan un equilibrio de nutrientes diferente, por lo que deberás usar un fertilizante para la floración en lugar de para la fase vegetativa. Después del estiramiento inicial al comienzo de la floración (cuando una planta puede duplicar su tamaño en pocos días), la energía de tu planta estará centrada en el desarrollo de los cogollos.
Es fundamental que tus plantas disfruten de unas condiciones lo más equilibradas posibles durante la floración. Lamentablemente, cualquier estrés en este momento fundamental puede hacer que las plantas se conviertan en hermafroditas. Aunque esta respuesta al estrés es bastante curiosa, ya que puede hacer que las plantas desarrollen órganos sexuales masculinos y se autopolinicen, es una faena para los cultivadores. La autopolinización reducirá la producción final, sustituyendo los cogollos ricos en tricomas por cogollos ricos en semillas. Así que, ¡trata bien a tus plantas y mantenlas lo más felices posible!
Una semana antes de la cosecha, algunos cultivadores optan por realizar un lavado de raíces. Esto consiste en regar las plantas con varios litros de agua pura para eliminar todos los fertilizantes del suelo. Algunas personas creen que esto hace que la planta agote las reservas de nutrientes almacenadas en sus células, y que en última instancia mejora la calidad de los cogollos. El lavado de raíces no es obligatorio, y la cosecha final no se verá afectada tanto si decides hacerlo como si no.
Cosecha
La mejor forma de saber si una planta está lista para cosechar no es contando los días que figuran en el envase de la semilla, sino fijándote en la propia planta. Los tricomas de los cogollos te ofrecerán la indicación más clara de si tu planta está lista o no. Sin embargo, necesitarás un microscopio de bolsillo para examinarlos de cerca. Las siguientes proporciones indican las diferentes etapas del desarrollo cannabinoide:
- Mayoría de tricomas transparentes: la planta no está lo suficientemente madura como para ser cosechada. Estos tricomas aún no contienen la cantidad máxima de THC.
- 70% de tricomas de color blanco lechoso: es el momento ideal para cosechar, ya que los cogollos contienen la máxima concentración de THC.
- Mayoría de tricomas de color ámbar: ya ha pasado el momento óptimo para cosechar y el THC se está degradando en CBN. Si este es tu caso, cosecha de inmediato, ya que los cogollos continuarán perdiendo THC.
Para cosechar tu marihuana, corta las ramas enteras y cuélgalas boca abajo durante 10-14 días a unos 20ºC. Utiliza un ventilador para mantener el aire en movimiento y una humedad baja, y reduce la exposición a la luz al mínimo, ya que esto también degrada el THC.
Cuando estén secas, recorta las hojas de azúcar y separa los cogollos de las ramas. Lo único que te queda por hacer es curarlos en frascos de vidrio herméticos. Mete tus cogollos en los tarros y ábrelos brevemente una o dos veces al día. Esto se conoce como “burping” y permite el intercambio de aire (deja salir el aire húmedo y entrar aire fresco). Deberás curar los cogollos durante al menos una semana para que estén listos. Pero ten en cuenta que cuanto más los cures, mejor sabrán.
Cultivo de hierba de calidad en un balcón o terraza
Siempre que las plantas reciban suficiente luz solar directa, los balcones y las terrazas ofrecen un entorno de cultivo excelente, ya que el proceso apenas se diferencia del de un cultivo exterior. Sin embargo, la elección de la variedad, el tamaño de la maceta y los métodos de entrenamiento son aspectos fundamentales, especialmente si quieres que tus plantas se mantengan pequeñas y discretas. Pero, en general, cultivar en un balcón o terraza es bastante fácil, así que ¿por qué no lo pruebas?