Cómo Germinar Semillas De Marihuana
El momento en el que la semilla sabe que es hora de abrirse, es cuando recibe humedad. El uso de agua limpia durante esos primeros momentos de vida es crucial, ya que la semilla es extremadamente frágil y sensible.
Las semillas de marihuana se pueden germinar de varias maneras. Pero algunos métodos son bastante arriesgados, por lo que recomendamos optar por otras técnicas. En esta guía, explicaremos nuestra forma preferida para germinar las semillas, antes de explorar otros métodos menos fiables. También veremos el proceso de trasplantar las semillas recién germinadas.
Nuestra recomendación: germinar las semillas de cannabis directamente en el sustrato
Por algún motivo, los cultivadores de marihuana tienden a complicar innecesariamente la germinación de las semillas, corriendo ciertos riesgos. Quizás hayas oído hablar sobre técnicas como germinar las semillas en papel absorbente o en un vaso de agua (comentaremos estas técnicas más adelante). Pero para nosotros la mejor forma de germinar tus semillas, y la más fácil, es sembrándolas directamente en el medio de cultivo.
Sólo hay que colocarlas a unos 0,5cm de profundidad y cubrirlas ligeramente. Vigila el entorno y asegúrate de que sea cálido y húmedo - la temperatura ideal es de 20°C. Mantén la tierra húmeda, pero sin saturarla - un suelo anegado podría hacer más mal que bien. Puedes colocar una lámpara sobre la semilla para proporcionar la temperatura adecuada para su germinación. ¡Tu preciada semilla germinada comenzará a asomar a los pocos días!
Ten en cuenta que las semillas no necesitan ningún tipo de nutrientes, al menos durante las dos primeras semanas de crecimiento. Muchos novatos suelen cometer el error de pensar que ayudan suministrando nutrientes en esta fase temprana. ¡NO LO HAGAS! La semilla contiene todo lo que necesita para crecer durante un par de semanas. Si la alimentas, correrás el riesgo de quemar el plantón antes de que haya tenido oportunidad de empezar a crecer. Sólo hay que suministrarle agua, y desarrollará unas fuertes raíces. Si quieres, puedes utilizar un estimulador de raíz, aunque no es necesario.
Germinar las semillas directamente en el sustrato no solo es la forma más fácil y fiable, sino que es el método más seguro para tus semillas. Otras técnicas requieren transferir la semilla recién brotada a una maceta, pero las delicadas raíces podrían dañarse en este proceso. Y otros métodos conllevan el riesgo de que se pudran las semillas; es más, estos métodos más arriesgados no ofrecen ninguna ventaja con respecto a germinar directamente en el sustrato.
Utiliza kits de germinación para dar un gran comienzo a tus semillas
Para facilitar aún más la germinación, recomendamos usar un kit de germinación como el Smart Start de Zamnesia o el Plagron Seedbox. Estos kits contienen todo lo que necesitas para dar el mejor comienzo posible a tus semillas.
El Smart Start de Zamnesia incluye 20 macetas pequeñas, prellenadas con compost. Y mejor aún, el Smart Start incluye un paquete de Stimulator Mix, que favorecerá la germinación al activar la vida microbiana del suelo. Solo tienes que disolver el Stimulator Mix en agua y humedecer las macetas Smart Start con esta mezcla. A continuación, pon una semilla en cada maceta y cúbrela con tierra. Coloca la bandeja en un lugar a temperatura ambiente y procura que la tierra esté siempre húmeda (pero no la riegues en exceso). Tus semillas brotarán en pocos días. Se recomienda usar el kit Smart Start en combinación con un propagador, para crear el ambiente ideal para el desarrollo de las plántulas.
Smart Start
El kit de germinación Plagron Seedbox consiste en una bandeja con 12 tacos de germinación y una tapa ajustada y transparente. Es como un invernadero en miniatura, ¡el ambiente ideal para germinar tus semillas! El Plagron Seedbox también contiene una botella de Plagron Seedbooster, para que puedas dar gran ventaja a tus plantitas. Humedece la bandeja de los tacos de germinación con agua y Seedbooster; espera unos 5 minutos mientras se absorbe el agua. Pon las semillas en los agujeros y coloca la tapa sobre la bandeja. Deja la bandeja en una habitación a 20-24°C y tus semillas germinarán en 1-5 días.
Otros métodos menos fiables
Además de germinar las semillas directamente en el sustrato, existen otros métodos menos fiables.
Método del papel absorbente
El primero en nuestra lista de métodos de germinación no tan fiables es el popular “método del papel absorbente”. Coloca las semillas entre unas hojas de papel de cocina humedecidas. A continuación, cúbrelo todo con dos platos (o un recipiente adecuado, como un tupper) para evitar la exposición a la luz y guárdalo en un lugar cálido y oscuro. Echa un vistazo al papel de cocina de vez en cuando; si está seco, rocíalo con un poquito de agua. Tus semillas deberían germinar en unos días.
No recomendamos este método, ya que requiere manejar excesivamente las semillas recién germinadas al transferirlas del papel absorbente a la maceta. Esto no es ideal para las raíces delicadas. Pueden surgir problemas (por ejemplo, las raíces podrían quedar pegadas al papel) que podrían dañar fácilmente tus semillas. Además, el papel absorbente podría estar demasiado mojado, causando que las semillas se ahoguen o pudran.
Vaso de agua
Otro método de germinación bastante utilizado es introducir las semillas en un vaso de agua. Esta técnica parece fácil, ya que solo tienes que poner las semillas en agua y esperar a que broten las raíces.
Al igual que con el método del papel absorbente, el principal problema con la técnica del vaso de agua es que es innecesaria. Entre la exposición excesiva al agua, y el manejo durante el trasplante, las semillas corren el riesgo de ahogarse o sufrir daños. Dicho esto, algunos cultivadores usan este método para comprobar rápidamente la viabilidad de las semillas. Pero si estás seguro de la calidad de tus semillas y las has comprado de un banco de semillas de buena reputación, no debería ser necesario usar esta técnica.
Lana de roca
Germinar en lana de roca es, en principio, una buena forma de poner en marcha tus semillas, aunque es más complejo que otros métodos. Coloca las semillas en un cubo de lana de roca y a continuación introduce los cubos humedecidos en una bandeja o propagador, y espera a que broten las semillas.
Un aspecto que nos gusta de esta técnica es que, a diferencia de otros métodos, la lana de roca protege las jóvenes plántulas para que puedas trasplantarlas de forma segura a macetas más grandes. Pero, por otro lado, la lana de roca debe remojarse en agua de pH reducido antes de colocar las semillas. Además, la lana de roca se seca muy rápidamente, por lo que recomendamos este método únicamente para cultivadores experimentados.
Musgo de turbera (discos de turba)
Germinar en tacos de turba (jiffys) es una forma bastante decente de activar tus semillas. Estos tacos tienen forma de pastilla gigante, y cuando los humedeces aumentan de tamaño, manteniendo su estructura gracias a una malla soluble. Haz un agujero en la parte superior del disco e introduce la semilla.
Los discos de turba serían nuestra segunda opción favorita para la germinación, después del método de germinar directamente en el sustrato.
Una cosa que no nos gusta de estos discos es que, cuando los transfieres a una maceta más grande, la malla que los rodea no siempre se disuelve. Si esto sucede, la malla podría atrapar las raíces de tus plantas, impidiendo que se expandan. Por ello, se recomienda retirar la malla antes del trasplante, pero esto podría dañar las delicadas raíces de tu plántula.
Filtro de café
Esta técnica es similar al método del papel absorbente. Coloca las semillas entre dos o más filtros de papel para café; humedece el papel e introdúcelo todo en una bolsa o recipiente sellado.
Del mismo modo que con el método del papel absorbente, no recomendamos esta técnica de germinación innecesariamente complicada. El riesgo de podredumbre, o de dañar las semillas con unas pinzas durante el trasplante, realmente no vale la pena.
Cómo germinar semillas viejas de cannabis
No hay nada más frustrante que intentar germinar tus semillas de cannabis para acabar averiguando que son demasiado viejas. Afortunadamente, no todo está perdido y no tiene que ser necesariamente el fin de tus semillas. Con las siguientes técnicas, se pueden salvar la gran mayoría de semillas viejas.
El problema con las semillas viejas, no es que sean viejas per se, si no que su capacidad para absorber agua a través de la cáscara, se ha deteriorado con el tiempo - y también es muy difícil que se abran. Para resolver el problema de las semillas viejas que no germinan, deberás solucionar el problema de la pobre absorción - ¡aún queda vida en estas semillas! El proceso que vamos a explicar se llama escarificación.
Escarificar semillas
Como su nombre indica, la escarificación es el proceso de desgastar la cáscara, por lo que lo primero que tienes que hacer es raspar las semillas. Para ello, forra una caja de cerillas con papel de lija. Coloca tus semilla(s) en ella y agítala durante 30-60 segundos. Esto causará una micro abrasión en la superficie de la cáscara, haciendo que sea mucho más fácil que absorban el agua.
Con un poco de suerte, esto es todo lo que necesitas hacer en cuestión de escarificación, pero en el peor de los casos, hay otros dos pasos a dar. El primero es eliminar el borde sobresaliente de las semillas. Echa un vistazo a los lados de la semilla de cannabis. Verás cómo la juntura que une las partes de la cáscara la rodea completamente, pero un extremo es más pronunciado que el otro. Este borde pronunciado puede dificultar la apertura de la semilla, pero se puede eliminar con facilidad.
Coge la semillas entre el pulgar y el índice y, con un cuchillo afilado, pásalo con cuidado por todo el borde a un ángulo de 90 grados. La protuberancia se eliminará y se verá el borde de abajo. Gira la semilla con cuidado y quita el borde del otro extremo para que salga del todo. Una vez hecho esto, ya podrás germinar la semilla de forma normal.
Si aún así no germinan, seguramente ya no sirven, pero como último recurso, puedes pasar un escalpelo por un lado de la semilla para que se abra un poco. Esto hará que sea mucho más fácil absorber el agua, pero también deja expuesta la semilla a un posible deterioro. Es el último intento de salvar una semilla que de otra manera se hubiera tirado - no se debe hacer esto habitualmente.
También hay que mencionar que estas escarificaciones son un poco difíciles de hacer correctamente, y que no se debe intentar a menos que estés seguro de que la semilla no germina. Toda semilla sana y viable deberá poder germinar sin necesidad de recurrir a otro tipo de medidas.
Germinar semillas escarificadas y raspadas
Con las semillas preparadas, ya puedes empezar con la germinación. Hay varias formas de germinar semillas viejas de cannabis, y todas son efectivas por derecho propio. Pero antes de comenzar con esto, hay otra cosa que puedes hacer para aumentar las posibilidades de germinación, y es la preparación del agua.
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Preparación del agua (opcional)
Hay dos maneras de mejorar el agua para la germinación de semillas viejas. En primer lugar, puedes usar agua ligeramente gaseosa. El Co2 del agua ayudará a que ésta sea absorbida por las semillas escarificadas. En segundo lugar, también puedes añadir un poco de ácido fúlvico al agua, en una proporción de unos 10ml por litro de agua. El ácido fúlvico ayuda a las plantas con la absorción, y puede llevar a un crecimiento sano. Alternativamente, puedes utilizar un líquido impulsor de la germinación, que es básicamente una mezcla de nutrientes ideal para la germinación de semillas. Aunque el principal obstáculo de las semillas viejas es conseguir que aborban el agua, unos cuantos nutrientes bien equilibrados no harán ningún daño a la planta.
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Germinación del suelo
Nuestro método favorito - la germinación del suelo aprovecha el poder de la Madre Naturaleza e inicia la vida de las semillas como Ella manda.
En primer lugar, coloca las semillas en un recipiente con agua a temperatura ambiente. Pon un trozo de cartón sobre el recipiente, y colócalo en un armario oscuro durante toda una noche (12 horas). Una vez hecho esto, llena de tierra un tiesto pequeño por semilla – la germinación de la tierra es lo mejor, ya que tiene el correcto nivel de nutrientes para que tus pequeñas bellezas se pongan en marcha. Humedece la tierra con agua y haz un pequeño orificio circular en el centro. Este orificio debe ser de unos 3-5mm de profundidad. Coloca cada semilla en un orificio, con la punta hacia abajo, y cúbrelas de tierra con cuidado. Pon los tiestos en un cuarto cálido y oscuro durante 6 horas, y después colócalos bajo las luces y déjalas encendidas. En un par de días, podrás ver cómo se forma un pequeño brote.
Nota: poner en remojo la semilla durante 12 horas, solo se suele hacer con semillas viejas. Te puedes saltar este paso con las semillas normales.
Trasplantar las semillas de cannabis germinadas
Si germinas tus semillas con nuestro método recomendado (directamente en el sustrato), llegará un momento en que tendrás que trasplantar tus plántulas.
Esto promueve el crecimiento saludable de las plantas, facilita el riego y la fertilización, y mejorará las cosechas. Si trasplantas una plántula frágil y larguirucha, al ponerla en la maceta nueva puedes cubrir el tallo con más tierra para estabilizar y fortalecer la planta.
Si quieres saber más sobre el trasplante de tus semillas, puedes consultar nuestro blog Cómo y cuándo trasplantar el cannabis para conseguir mayores cosechas.
Y ahora que ya sabes cómo germinar, ¡puedes pasar a la fase de plántula y seguir adelante!