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¿Cómo Debemos Denominar Las Variedades De Cannabis Del Futuro?
4 min

¿Cómo Debemos Denominar Las Variedades De Cannabis Del Futuro?

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En estos momentos, estamos experimentando el salvaje oeste del mercado legal y semilegal del cannabis. Y en ningún sitio se refleja mejor el caos, la creatividad y el ingenio de esta cultura que en los nombres de las variedades. Pero, debido al aumento de la popularidad del cannabis, ¿deberíamos desarrollar un nuevo sistema de denominación?

Todos tenemos nuestros nombres favoritos - como el de la antigua Sour Diesel, la elegante White Widow, o la mística Northern Lights. Pero ¿de dónde salen estos nombres?

Para responder a esta pregunta, debemos remontarnos al origen de la denominación de las variedades, y ver cómo se ha desarrollado esta práctica a lo largo del tiempo.

HISTORIA DE LA DENOMINACIÓN DE LAS VARIEDADES

HISTORIA DE LA DENOMINACIÓN DE LAS VARIEDADES

La denominación de las variedades comenzó en la década de los 60, cuando los cultivadores viajaban por todo el mundo en busca de genéticas de calidad para poder hacer frente al crecimiento de la demanda. Estas primeras variedades se solían bautizar según su país o zona de origen: Panama Red, Durban Poison, Afghan Kush, Columbian Gold, etc.

Con el paso del tiempo, la marihuana se empezó a criar para que tuviera mejor efecto, sabor, resistencia a las plagas y cosechas. Estas variedades fueron bautizadas de manera creativa: algunas, por sus efectos, como la Blue Dream, la Painkiller XL o la Blue Mystic; otras, por su sabor, como la Sour Diesel, la Blueberry y la Skunk; y algunas, en honor a famosos, personajes de ficción e iconos del mundo de la hierba, como la Jack Herer o la Bruce Banner.

Cuando se cruzan dos plantas para producir una nueva variedad, el resultado a menudo es bautizado con una combinación ingeniosa de los nombres de ambos padres. La Blueberry y la White Widow se transforman en White Berry. Mad Scientist y Time Wreck dan lugar a Dr. Who. Granddaddy Purple y Haze se convierten en Purple Haze.

LOS PROBLEMAS DEL SISTEMA DE DENOMINACIÓN ACTUAL

LOS PROBLEMAS DEL SISTEMA DE DENOMINACIÓN ACTUAL

Como acabamos de ver, los criadores utilizan ciertas convenciones a la hora de bautizar a sus variedades, pero, en general, se trata de un proceso bastante arbitrario. Esto puede resultar entrañable cuando se usan nombres originales como los ya mencionados, pero no lo es tanto si se eligen nombres como Purple Monkey Balls, Abusive OG, o Cat Piss (todas ellas variedades reales).

Incluso cuando los criadores optan por nombres interesantes, la falta de directrices podría crear confusión. Esto puede ser inocente, como cuando variedades sin ninguna relación tienen nombres parecidos, pero también puede hacerse de forma deliberada; en los años 90, se lanzaron varias cepas con la palabra "Diesel" en su nombre, para dar la impresión de que estaban relacionadas con la popularísima Sour Diesel. Y lo que es peor, no hay nada que impida que un cultivador sin escrúpulos le ponga a una variedad el nombre de otra más famosa y valiosa.

Debido al auge del cultivo de cannabis, y a la proliferación de nuevas variedades procedentes de todo el mundo, muchos proponen que la comunidad cannábica adopte un sistema de denominación más estandarizado.

JORGE CERVANTES Y EL CAMINO HACIA UNA GENÉTICA ESTANDARIZADA

JORGE CERVANTES Y EL CAMINO HACIA UNA GENÉTICA ESTANDARIZADA

Jorge Cervantes es un famoso escritor e investigador del cannabis. Su primer libro, "Indoor Marihuana Horticulture", ganó el Premio Benjamin Franklin de oro en 2015, y se ha traducido a seis idiomas. Cervantes es un firme defensor de Phylos Bioscience, una empresa con sede en Oregón que podría estar sentando las bases para la estandarización de las genéticas de cannabis.

Phylos Bioscience se dedica a la "certificación genética de la cadena de suministro del cannabis", y está construyendo un exhaustivo mapa open-source de las relaciones genéticas de la marihuana. También realizan pruebas genéticas de todas las variedades, lo que permite que cultivadores, vendedores y consumidores puedan verificar lo que tienen entre manos.

Cervantes comenta: "Me encanta lo que está haciendo Phylos Bioscience. Están sacando información del máximo de fuentes posible, y al hacerlo, están ayudando a todo el mundo. Creo que todos deberíamos participar en este registro de genomas".

Y añade: "Si estas variedades no están clasificadas, no habrá consistencia. Estaremos vendiendo una medicina que no podemos registrar. Antes funcionaba, pero ahora es mucho más sofisticado".

¿UN PASO ADELANTE EN LA ESTANDARIZACIÓN DE LOS NOMBRES DE VARIEDADES?

Mapa Galaxy De Phylos

La existencia de una cartografía genética precisa evitará que los criadores afirmen que su variedad es distinta de lo que es. También podría señalar el camino hacia un sistema de denominación estandarizado. El mapa galaxy de Phylos indica el camino a seguir: los distintos "grupos" de variedades relacionadas deberían llamarse como los marcadores genéticos que comparten. ¿Podría dar lugar esto a un sistema estandarizado de denominación? ¿Deberían secuenciar los criadores sus variedades antes de poder añadir "Kush", "Diesel", o "Jack" al nombre?

¿Podría la ley de derechos de autor desempeñar un papel importante en la denominación del cannabis? La ley de copyright ya ha afectado a algunos nombres, como en el caso de la GSC, anteriormente conocida como Girl Scout Cookies. Sus criadores se vieron obligados a cambiar el nombre de la variedad debido a amenazas legales por parte de la organización Girl Scouts de Estados Unidos. Nos imaginamos una situación en la que los criadores registran nombres y venden los derechos de ciertos elementos de esos nombres. Ya estamos viendo criadores que etiquetan sus versiones de ciertas variedades con el nombre de la empresa. Es un pequeño paso hacia el registro del copyright de los propios nombres.

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Nos podemos imaginar unas posibilidades más draconianas en las que los mismos laboratorios genéticos asignen nombres a las variedades, basándose en fórmulas científicas 100% estandarizadas. Los laboratorios podrían devolver las variedades a sus criadores con una nota breve: "Enhorabuena. Ha creado la Blue Kush 38-D." Esto eliminaría la parte divertida, pero podría conllevar una mejor protección del consumidor.

Lo que nos deja otra pregunta: ¿quién haría cumplir estas normas? ¿Se regularía la industria a sí misma, o lo haría el gobierno? Si el sector no encuentra una solución, el aumento de la disponibilidad de pruebas genéticas podría dar lugar a pleitos: un consumidor compra una White Widow que resulta tener un 0% de genética White Widow, el consumidor denuncia al dispensario y el dispensario demanda al criador. El resultado de todo este lío podría derivar en unas normas de denominación dictadas por el gobierno. Cualquiera que haya escuchado a los políticos debatir sobre la hierba, sabrá que esta solución no es ideal. Por ello, el sector debería intentar establecer unas normas claras para las denominaciones y las genéticas, mientras tenga oportunidad.

Adam Parsons
Adam Parsons
El periodista del cannabis, redactor y autor profesional Adam Parsons forma parte del equipo de Zamnesia desde hace tiempo. Adam escribe sobre una gran variedad de temas, desde el CBD hasta los psicodélicos, crea artículos para blogs y guías, y analiza una amplia gama de productos en constante aumento.
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